Lucía Sepúlveda (RAP): “Al estar en contra del tratado TPP, estamos defendiendo la agricultura familiar campesina”
El 8 de julio comenzó a desplegarse la consulta ciudadana “Plebiscito TPP11”, una instancia organizada por la plataforma “Chile Mejor Sin TLC” que permite demostrar el sentimiento ciudadano ante el Senado sobre la legislación del proyecto TPP-11.
Desde la plataforma “Chile Mejor Sin TLC”, compuesta por diferentes organizaciones sociales, medioambientales y ciudadanas, alertan de las implicancias del Acuerdo Transpacífico (TPP) y rechazan el secretismo y violación de los DD.HH por parte de este tratado.
El Periodista conversó con Lucía Sepúlveda, vocera de “Chile Mejor Sin TLC” y encargada del área de semillas y transgénicos de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas (RAP), quien abordó la importancia del Plebiscito TPP-11 y sus repercusiones en la legislación de las semillas.
La consulta ciudadana “Plebiscito TPP-11” es una instancia autónoma que permite ser replicada en diferentes territorios y localidades, por cualquier organización social que levante un punto de votación.
Hasta el día 14 de julio, votaron más de 400 mil personas. “una cantidad muy fuerte de votación, que muestra que la gente en realidad ya sabe de qué se trata (el TPP). Al principio era todo secreto, pero hemos logrado romper el silencio y eso es una hazaña. El mismo plebiscito también es una hazaña”, indicó la autora Sepúlveda.
Además explicó que se han levantado diferentes puntos de votación, que también son puntos de agitación “porque se puede votar en tu casa, pero yo creo que es importante que la gente socialice información y resuelva dudas que puedan tener con respecto de cómo votar. Entonces los puntos de votación tienen esa función”.
Legislación de las semillas y convenio “UPOV-91”
Una de las grandes amenazas para la actual legislación de las semillas es el convenio UPOV-91. “Es un tema que nos ha llamado mucho la atención y en realidad a la gente campesina y a los que estamos a favor de la agroecología, nos ha preocupado mucho”, indicó la vocera de “Chile Mejor sin TLC”.
Este convenio, según lo define su sitio web, tiene como misión “proporcionar y fomentar un sistema eficaz para la protección de las variedades vegetales con miras al desarrollo de obtenciones vegetales en beneficio de la sociedad”. Sin embargo, las repercusiones que puede traer sobre el uso de las semillas para los campesinos, pueden afectar hasta a nosotros como ciudadanos.
Chile está adherido al Convenio UPOV-91 del año 1978 y no se encuentra en el Acta de 1991, lo que implica grandes diferencias. Por ejemplo la versión de 1978 no prohíbe a quienes usan semillas “protegidas” para “la cosecha de los próximos años”, a diferencia de 1991 que impide seguir usando la semilla “registrada” o la multiplicación de sus ejemplares “sin el permiso de su creador”.
Por tanto, Lucía Sepúlveda expresó que “estamos defendiendo la agricultura familiar campesina, porque el TPP va a impedir que ellos después de cosechar, vuelvan a sembrar la semilla comercial que compraron o que les entregó INDAP o PRODESAL. Pierden eso que es un derecho ancestral, de siempre”. Ya que entre sus artículos plantea que las empresas puedan patentar distintas variedades de semillas.
De esta forma, explicó que los campesinos podrían recibir las “semillas mejoradas” durante un año y al año siguiente volver a sembrarlas por su cuenta. Sin embargo, con el TPP, esto se traduce a un delito, ya que impide que los campesinos puedan volver a plantar la semilla “mejorada”, “híbrida” o “la semilla con dueño”, registrada por Monsanto u otras empresas transnacionales.
“Esta es la semilla que este convenio defiende, para obligar al campesino que compre todos los años. Eso hace que el campesino compre las semillas carísimas ¿Pero si el campesino no puede comprarlas, qué va hacer? Finalmente va terminar yéndose y ese terreno va quedar liberado para las forestales y se lo arrendarán a las transnacionales”, aclaró.
¿Cómo afecta a los ciudadanos y ciudadanas comunes?
La encargada del área de semillas y transgénicos de RAP precisó que a la larga, el TPP-11 nos obligará a comprar en el supermercado verduras mucho más caras, que son producidas por la agroindustria.
“No nos conviene para nada, porque hay mucha gente que al supermercado va a comprar lo mínimo, los alimentos procesados, pero la verdura y la fruta la compra en la feria. Entonces es súper complicado y obliga a que esos territorios, que hoy día siguen en mano de los campesinos y de los indígenas, pasen a mano de las forestales. No es que se los vayan a quitar, pero les van a ofrecer arriendo y como ellos no van a poder hacer nada, no tienen plata para cultivar, entonces van a ceder a la tentación de irse a la ciudad y arrendar sus tierras y así vamos a estar más lleno de forestables con menos agua; va haber más incremento de la sequía y contribuye al cambio climático, por el uso de pesticidas que tienen los semilleros transgénicos”, finalizó.