BlacKkKlansman: tan real como imposible

Basada en una investigación de Ron Stallworth, un policía afroamericano que en el año 1979 se infiltró –sí, tal como se lee– en el corazón de la mayor y tristemente célebre organización de supremacistas blancos. BlacKkKlansman es una evidente demostración del aforismo popular que reza ‘la realidad supera la ficción’ y claro ¡Vaya que no! Un hombre de piel oscura y cabello rizado moviéndose a sus anchas dentro del mismísimo Ku Klux Klan.

Por Miguel M. Reyes Almarza, periodista

La historia como tal, rebosante de méritos para ser inmortalizada, fue convertida en libro por el mismo protagonista en 2014 bajo el título de BlacK Klansman y es allí donde en un corto lapso de tiempo tal singularidad se encontró con el humor negro y la perspectiva crítica del ojo cinematográfico de Spike Lee (Malcom X, 1992) quien obtuvo por este trabajo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, el segundo más importante luego de la Palma de Oro a la cual también fue nominada. Considerada una de las 10 mejores películas del año por el American Film Institute y ahora nominada al Oscar en 6 categorías, será un contendor duro para llevarse la estatuilla a la mejor película.

Miguel Reyes

A una ambientación cuidada, mas no llamativa, ya que las películas adaptadas en los 70’s son casi un género para Norteamérica -y su producción ya es un lugar común- se suman las correctas actuaciones de John David Washington, novel actor y ex futbolista americano, en papel de Ron, la mente tras la investigación y Adam Driver (Star Wars, Episodio VII y VIII) como Flip Zimmerman, el cuerpo y el rostro a infiltrar. Debido a esto lo superlativo, detrás de la idea central, recae en el guion y la forma en que se relata la historia, sorteando con destreza lo predecible y lo obvio que podemos esperar de una situación así, agregando ese humor negro que ya es marca registrada de Lee y que pone en la perspectiva del ridículo aquello que alguna vez fue lo razonable.

Puede que sea otra película acerca de los derechos civiles, sin embargo, en el anticlímax post humor, la reflexión es dura y penosa, los tiempos no han cambiado en lo absoluto y la mala voluntad entre las personas hoy es liderada desde la misma Casa Blanca. Spike Lee se encarga de dar su última puntada tomando como referencia el presente y este giro hace de BlacKkKlansman una película interesante de ver, ya que todo tipo de distorsión respecto de su argumento y la liviandad en la expresión de ciertos temas complejos estalla en el rostro de los espectadores un poco antes de que las luces se vuelvan a encender.

Una especie de némesis de “El nacimiento de una nación”, mito cinematográfico y racista de David Griffith, referenciado en la misma película quizás con esa simple intención -o más profundo aún- con el objetivo de desagraviar toda esa incomprensión enquistada en la sociedad civil y amplificada por los medios de comunicación y sobre todo el cine. Los abusos sobre las comunidades afrodescendientes y otras minorías es un tema que hoy en pleno siglo XXI no tiene solución, sobre todo en EE.UU., tan cierto como difícil de creer.

★★★★☆ (4 sobre 5)

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El Periodista