Peter Hartmann: “Hay que evitar el consumo de salmón proveniente de áreas protegidas de la Patagonia”

Durante sus ponencias el activista de la Patagonia transmitió al público internacional las consecuencias de la industria salmonera en parques, reservas y santuarios de la naturaleza.

Peter Hartmann, histórico activista socioambiental de la región de Aysén, ha sido reconocido por su trabajo de cuatro décadas en búsqueda de una relación más armónica entre el ser humano y la naturaleza, además de su participación en causas como la defensa de su región ante el avance del proyecto Alumysa y las represas de HidroAysén y Energía Austral, conocida como Patagonia sin Represas. Hoy se suma a una nueva causa: la campaña Salvemos la Patagonia, que busca el retiro de las concesiones de la industria salmonera de las áreas protegidas.

En su rol de director CODEFF Aisén y presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida, fue invitado a realizar ponencias en el Barco de la Paz, buque perteneciente a la ONG homónima y que tiene como objetivo promover la paz, los derechos humanos, el desarrollo sostenible y concientizar sobre el medio ambiente.

En sus casi 4 décadas de existencia, el Barco de la Paz ha realizado más de 70 viajes alrededor del mundo, con visitas a más de 200 puertos en 80 países, donde representantes de diferentes organizaciones a nivel mundial participan en los viajes y realizan presentaciones sobre los conflictos socioambientales que les afectan.

¿Cómo nació tu vínculo con el Barco de la Paz?

Nace a través de CODEFF, ya que ambas ONG son parte de la asociación Amigos de la Tierra. Desde el barco suelen invitar a realizar conferencias a representantes de las organizaciones hermanas cuando pasan por el país respectivo.

En mi caso, yo ya había sido conferencista en 2001. En esa ocasión se conversó sobre cómo actuar frente al avance del mega proyecto Alumysa. Fue en ese contexto que surgió la propuesta Patagonia Patrimonio de la Humanidad a partir de representantes del barco, miembros de CODEFF, el senador Antonio Horvath, en esa época presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, además del senador Alejandro Navarro, presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.

El año pasado nuevamente hubo una invitación a CODEFF para realizar una presentación, esta vez enfocada en evitar el consumo de salmón proveniente de áreas protegidas de la Patagonia. Fue la oportunidad para exponer sobre ese tema a quienes viajaban a bordo, además de reflotar la propuesta Patagonia Patrimonio de la Humanidad.

Has dicho que ese barco funciona como una «universidad flotante». ¿Cómo se vive esa experiencia desde adentro?

El barco es un crucero semi reciclado que en su tiempo fue el más grande del mundo. Se enfoca en difundir por el mundo un mensaje de paz, de respeto a los derechos humanos y el ambiente. A bordo se suceden interesantes conferencias sobre los lugares por donde transita el barco y se conoce de cerca a habitantes y artistas de esas tierras. También hay conferencias y conciertos de eminencias japonesas, y en esta ocasión también chinas.

¿Qué temas abordaste en tus presentaciones?

Tres, esencialmente. Primero sobre las características de Chile, la Patagonia y la propuesta Patagonia Patrimonio de la Humanidad.

Ahí vi que el interés que había por la Patagonia es tremendo. El teatro estaba repleto, con cerca de 600 espectadores y representantes de los pueblos originarios, que se sintieron identificados y relacionaron la propuesta Patagonia Patrimonio de la Humanidad con el Tratado Antártico, ya que veníamos desde ahí.

También expuse sobre la actualidad de la industria del salmón en la Patagonia y sus consecuencias en áreas protegidas, donde hay participación de empresas japonesas y una china. También aludí a la pesca de krill, utilizada como colorante de salmón en el mar antártico. Según Conservación Cetácea hay factorías japonesas operando desde Chile, donde esos barcos han ocasionado la muerte de seis ballenas en los últimos años, transgrediendo el Tratado Antártico.

Finalice con un llamado a la acción. Junto con la conferencia entregué nuevamente el llamado a Peace Boat y a los consumidores japoneses, lo que no tuvo respuesta.

En qué consiste en detalle la declaratoria de Patagonia como Patrimonio de la Humanidad.

La idea es extrapolar nuestra Reserva de Vida de Aysén a todo el territorio. En la práctica no hay figura legal para eso, por lo que el Consejo de Monumentos Nacionales propuso una declaratoria de Sitio de Patrimonio Mundial Natural y le encomendó el expediente a CONAF. Esto para ser enviado a la UNESCO. Eso, evidentemente, nos da un nivel de protección internacional y de hecho el lado argentino del Campo de Hielo Sur ya lo tiene.

En un inicio, la propuesta contó con amplio apoyo del Senado, el gobierno y el Consejo Regional de Aysén de la época, además de la ministra de Medio Ambiente, organizaciones regionales, nacionales e internacionales, con sobre sobre 4.000 firmas recolectadas.

En ese momento el territorio a ser declarado eran los archipiélagos patagónicos, que comprenden los parques nacionales Torres del Paine, Bernardo O’Higgins y Laguna San Rafael, además de parte de las reservas nacionales Kawésqar, Katalalixar y una pequeña parte de Las Guaitecas y el Bien Nacional Protegido Islas Madre de Dios. El expediente fue entregado en el 2007 al Ministerio de Relaciones Exteriores donde le hicieron unos pequeños alcances que fueron corregidos por CONAF. Sin embargo no volvió a ser discutido y comenzaron a pasar cosas extrañas, hasta que nos enteramos que desde el Ministerio de Economía le objetaron a la Presidenta Michelle Bachelet. Desde ese momento no han existido muchas novedades.

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