
OMS publica primeras directrices sobre diagnóstico, tratamiento y atención de la meningitis
"Estas nuevas directrices están diseñadas para el personal sanitario y ayudarán a salvar vidas, mejorar la atención a largo plazo y fortalecer los sistemas de salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este jueves sus primeras directrices para el diagnóstico, el tratamiento y la atención de la meningitis para así acelerar su detección, garantizar un tratamiento oportuno y mejorar la atención a largo plazo de las personas afectadas por la enfermedad.
El organismo ha buscado abordar todos los aspectos de la atención clínica, incluyendo el diagnóstico, la antibioticoterapia, el tratamiento adyuvante, las medidas de soporte y el manejo de los efectos a largo plazo, y ha tenido en cuenta las causas bacterianas y virales, dadas las similitudes en la presentación clínica, el diagnóstico y los enfoques de manejo de las diferentes formas de meningitis aguda adquirida en la comunidad.
Asimismo, se ofrecen recomendaciones tanto para entornos no epidémicos como epidémicos, sustituyendo estas últimas a las directrices anteriores de la OMS de 2014, que cubrían la respuesta a los brotes de meningitis.
Debido a que la meningitis está más presente en entornos con recursos limitados, especialmente en la región del África subsahariana, los expertos han elaborado el texto «específicamente» para proporcionar orientación técnica adecuada para su implementación en países de ingresos bajos y medios, y están dirigidas a profesionales de la salud en centros de Atención Primaria y secundaria, incluyendo servicios de urgencias, hospitalización y consulta externa.
Sin embargo, también pueden ser usadas por los responsables de la formulación de políticas, los planificadores de salud, las instituciones académicas y las organizaciones de la sociedad civil, de forma que puedan orientar las iniciativas de desarrollo de capacidades, educación e investigación sobre meningitis, de la que se diagnosticaron 2,5 millones de casos en 2019 a nivel mundial, provocando 240.000 muertes.
«Estas nuevas directrices están diseñadas para el personal sanitario y ayudarán a salvar vidas, mejorar la atención a largo plazo y fortalecer los sistemas de salud. También contribuyen al plan mundial para erradicar la meningitis para 2030», ha resaltado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una rueda de prensa.
La OMS ha señalado que mejorar la gestión clínica de la meningitis es «esencial» para reducir la morbilidad y la mortalidad, minimizar las complicaciones y la discapacidad a largo plazo, así como mejorar la calidad de vida de las personas, y es que el 20 por ciento de los casos acaban desarrollando complicaciones como discapacidades, además de suponer importantes costos económicos y sociales tanto para los pacientes como para sus familiares y comunidades.
Para lograr el objetivo de derrotar la meningitis para 2030, que incluye eliminar las epidemias de meningitis bacteriana, reducir los casos de meningitis bacteriana prevenible mediante vacunación en un 50 por ciento y las muertes en un 70 por ciento, y reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida después de la meningitis, la OMS ha señalado áreas «clave» que necesitan una acción coordinada, como en el caso del diagnóstico y tratamiento de enfermedades, requiriendo una detección «más rápida» y un manejo clínico «óptimo».
En cuanto a la prevención y el control de pandemias, el documento considera necesario desarrollar nuevas vacunas asequibles, lograr una alta tasa de inmunización y cobertura, y mejorar la preparación y respuesta ante brotes.
Del mismo modo, se deben fortalecer los sistemas de seguimiento para orientar la prevención y el control de enfermedades; garantizar el reconocimiento temprano y un mejor acceso a la atención y el apoyo para las secuelas de la meningitis; y aumentar el compromiso político y la inclusión en los planes nacionales, mejorar la comprensión pública de la meningitis y aumentar la conciencia sobre el derecho a servicios de prevención, atención y cuidados posteriores.