
Isabel Allende: “Me voy con la frente en alto, nunca usé mi cargo para beneficio personal”
La exsenadora realizó su discurso de despedida, en el cual señaló que ninguna autoridad involucrada en la fallida compra de la casa de Salvador Allende, advirtió que existía una posible inhabilidad constitucional.
Isabel Allende realizó su discurso de despedida del Senado. En una emotiva instancia, la exsenadora indicó “me veo en el deber de hablar en uno de los momentos más duros y difíciles de mi vida. Probablemente, sea mi última intervención en esta Sala”.
“En los próximos días se conocerá el fallo del Tribunal Constitucional, como corresponde, en una democracia, este fallo será acatado, pero acatar no significa guardar silencio. Acatar no significa renunciar a expresar el profundo dolor y la honda injusticia que esta decisión representa”, sostuvo
Respecto al fallo, aseguró que “más allá de su legalidad, vulnera principios elementales de justicia, proporcionalidad y sentido democrático”.
“Reconozco que como parlamentaria debí tener presente el artículo 60 de la Constitución. No rehúyo a mi responsabilidad, pero no soy abogada (…) Actué confiando en la institucionalidad”, indicó.
“¿Se imaginan ustedes que habría puesto en riesgo más de 30 años de servicio público, de lucha democrática, si hubiese tenido conciencia de estar infringiendo supuestamente una norma constitucional?”, agregó.
“Quizás mi error fue no haber consultado más, pero en ningún momento, y quiero repetirlo, en ningún momento ningún ministerio, ningún funcionario, ninguna autoridad involucrada nos advirtió o recordó que existía una posible inhabilidad constitucional”, aseveró Allende.
En esa línea, la exsenadora afirmó que se va con la frente en alto, “reiterando que nunca he usado mi cargo para algún beneficio personal. No busqué jamás ni el lucro ni el privilegio. He cometido errores, sí, como cualquiera que ha entregado su vida a la acción, pero tengo la convicción de que siempre he luchado por mis ideales de manera íntegra. Lo seguiré haciendo por Chile y su gente”.
“Me voy serena porque sé lo que he dado, porque sé quién soy, porque sé que a pesar de esta salida forzada e injusta, mi historia no termina aquí. Me voy con la emoción profunda de haber servido a Chile con convicción, con pasión y con amor”, cerró.