Hasta 135 cardenales electores participarán en Cónclave para elegir al nuevo Pontífice

Aunque hay 136 cardenales en edad de votar, el Vaticano excluye del listado de electores al cardenal Angelo Becciu, condenado a cinco años y seis meses de cárcel por un caso de irregularidades financieras en el marco de la compra fraudulenta de un edificio en el centro de Londres.

Hasta 135 cardenales electores, uno de ellos chileno -Fernando Chomalí-, participarán en el Cónclave que elegirá al 267 Papa de la Iglesia católica, sucesor de Francisco. En total, el Colegio Cardenalicio lo forman 252 cardenales de los cuales 117 son no electores por ser mayores de 80 años, como es l caso de Celestino Aós.

Aunque hay 136 cardenales en edad de votar, el Vaticano excluye del listado de electores al cardenal Angelo Becciu, condenado a cinco años y seis meses de cárcel por un caso de irregularidades financieras en el marco de la compra fraudulenta de un edificio en el centro de Londres.

Según las estadísticas de la Santa Sede, del total de cardenales electores, el 80% (108) han sido creados por el Papa Francisco, 22 por Benedicto XVI y cinco por Juan Pablo II.

Por continentes, casi el 40% de los cardenales electores son europeos (un total de 53), seguidos por los americanos, que representan el 27,4% (con un total de 37 –17 de Sudamérica, 16 de América del Norte y 4 de Centroamérica–); los asiáticos, que son un 17% (23), los africanos, que representan el 13,3% (18) y los cardenales de Oceanía, que son el 3% (4).

Aunque puede ser elegido Pontífice cualquier bautizado, los Papas suelen ser elegidos entre los integrantes del colegio cardenalicio.

Todos convocados a Roma

Todo lo concerniente al cónclave está regulado por la Constitución Apostólica ‘Universi Dominici Gregis’ firmada el 22 de febrero de 1996 por Juan Pablo II y más tarde actualizada por Benedicto XVI.

Según explican los profesores de la Universidad de Navarra Fermín Labarga, Joaquín Sedano y Antonio Viana, cuando fallece el Papa y queda vacante la sede, el cardenal camarlengo convoca a todos los cardenales (también a los mayores de 80 años) a las reuniones preparatorias del cónclave.

Las congregaciones generales o preparatorias, presididas por el cardenal decano se reúnen diariamente hasta el inicio del cónclave para tratar los asuntos urgentes de la Iglesia y preparar el cónclave.

El cónclave, en 15 o 20 días

Después de un periodo de 15 a 20 días posteriores a la vacancia de la sede, es decir, previsiblemente, en la primera semana de mayo, dará comienzo el rito del cónclave con la celebración de la Misa ‘pro eligiendo Pontifice’ presidida por el cardenal camarlengo. Ese mismo día, a primera hora de la tarde, los cardenales electores se reúnen en la Capilla Paulina, desde la cual, en procesión y cantando el ‘Veni Creator Spiritus’ se dirigen a la Capilla Sixtina.

Allí, por orden, pronuncian el juramento de guardar secreto y el maestro de ceremonias pontificias pronuncia las palabras: «Extra omnes» (fuera todos). Tras estas palabras, todos excepto los cardenales electores y las personas autorizadas deben abandonar el recinto. Esa misma tarde se procede a la primera elección.

A partir del segundo día habrá dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde. Si después de tres días de escrutinios no hay resultado positivo, las votaciones se suspenden durante un día para una pausa de oración y de libre coloquio entre los votantes.

Si tras otras siete votaciones no hay un candidato con la mayoría de dos tercios, se realizará otra pausa y el primer cardenal del orden de los presbíteros realizará una exhortación espiritual. De igual modo hará el primer cardenal del orden de los obispos si tras otras siete votaciones ningún candidato obtiene la mayoría.

Si tras otras siete votaciones tampoco se consigue la mayoría, el cardenal camarlengo invitará a los cardenales electores a expresar su parecer sobre el modo de actuar y se procederá en función de lo que establezca la mayoría absoluta. Tras este proceso, solo podrá votarse entre los dos candidatos que más votos hayan alcanzado en la última votación. Las votaciones continuarán hasta que un candidato obtenga la mayoría de dos tercios.

Según prescribe la mencionada Constitución Apostólica, cuando todos los cardenales han depositado su voto, se comprueba que el número de papeletas coincide con el de electores y, tras revolverlas, se van leyendo los nombres en voz alta y se anotan.

En la capilla Sixtina desde 1878

El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina desde el año 1878, en que se eligió a León XIII. Antes se celebró normalmente en el Palacio del Quirinal, pero también fuera de Roma, como en el año 1800 cuando los cardenales eligieron a Pío VII reunidos en Venecia.

Los cardenales electores se reúnen en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico y realizan una procesión en hábito coral, donde invocan al Espíritu Santo a través del canto del ‘Veni Creator Spiritus’ en la Capilla Sixtina.

Durante la ceremonia, los cardenales electores tocan los Santos Evangelios para jurar y guardar fiel y escrupulosamente las normas establecidas por la Constitución Apostólica ‘Universi Dominici Gregis’, guardar el secreto de todo lo relacionado con la elección del pontífice y desempeñar fielmente el ministerio petrino si resulta elegido Papa.

El candidato que es elegido y da su consentimiento, si ya es obispo, queda proclamado de manera inmediata obispo de Roma y Papa de la Iglesia. Si no fuera obispo, sería ordenado inmediatamente por el cardenal decano. Tras la decisión, el primero de los cardenales del orden de los diáconos lo anunciará al pueblo desde el balcón de la Basílica de San Pedro del Vaticano: «Habemus papam». A continuación, el pontífice electo sale e imparte la bendición apostólica.

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