
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura en 2010, falleció el domingo a los 89 años en Lima, informó su familia en un comunicado.
«Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz», escribió su hijo Álvaro en la red social X.
Nacido en Arequipa el 28 de marzo de 1936, Jorge Mario Pedro Vargas Llosa fue una figura central del llamado «boom latinoamericano» y una voz intelectual influyente durante más de seis décadas.
Autor de obras fundamentales como La ciudad y los perros (1963), La casa verde (1966), Conversación en La Catedral (1969), La guerra del fin del mundo (1981), La fiesta del Chivo (2000) y El sueño del celta (2010), Vargas Llosa exploró a través de la ficción los dilemas del poder, la corrupción, la libertad y la condición humana, enmarcados frecuentemente en el contexto social y político de Perú y América Latina.
A lo largo de su prolífica carrera, recibió los más altos reconocimientos literarios del mundo hispano y más allá: el Premio Nobel de Literatura en 2010, el Premio Cervantes en 1994, el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, el Rómulo Gallegos en 1967 y el Planeta en 1993, entre muchos otros.
Además de novelista, fue ensayista, dramaturgo, periodista y figura política. Su vida pública fue tan intensa como su vida literaria. En 1990 fue candidato a la presidencia del Perú, contienda que perdió ante Alberto Fujimori. Su evolución ideológica, desde el comunismo juvenil hasta el liberalismo democrático, marcó también buena parte de sus textos ensayísticos y apariciones públicas.
Fue miembro de la Real Academia Española y, desde 2021, de la Academia Francesa, convirtiéndose en el primer autor que no escribía en francés en integrar esa institución. En 2011, el rey Juan Carlos I le otorgó el título nobiliario de Marqués de Vargas Llosa.
Desde 1993 tenía la nacionalidad española y, desde 2022, la nacionalidad dominicana, países donde vivió durante distintas etapas de su vida. A pesar de su alcance global, Vargas Llosa nunca dejó de mirar a su Perú natal como centro emocional y literario de su obra.
El legado de Mario Vargas Llosa no sólo está en sus libros —que seguirán dialogando con generaciones de lectores—, sino también en su compromiso con la libertad individual, el debate de ideas y el valor de la palabra escrita como herramienta de transformación social.
Sus restos serán velados en Lima, y distintas actividades conmemorativas ya se preparan en Madrid, París y Ciudad de México.