Borrell advierte que «nos guste o no nos guste», Europa «debe gastar más en seguridad»

El ex alto representante de la UE para Asuntos Exteriores se ha referido en estos términos en el 35 Encuentro empresarial Elkargi, que la entidad financiera ha celebrado este miércoles en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián bajo el epígrafe 'Quo vadis Europa?'

El ex alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores Josep Borrell ha advertido de que, «nos guste o no nos guste», Europa «debe gastar más en seguridad», al tiempo que ha lamentado que una de las cosas «más brutales, dramáticas, daniñas e inhumanas» que ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido suspender el 90% de la ayuda al desarrollo, lo que supone «decenas de miles de muertos, enfermedades infecciosas propagándose sin control, que los países más pobres del mundo lo serán todavía mucho más y más emigración».

Borrell se ha referido en estos términos en el 35 Encuentro empresarial Elkargi, que la entidad financiera ha celebrado este miércoles en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián bajo el epígrafe ‘Quo vadis Europa?’ y al que han asistido más de un millar de personas.

En este foro también han participado el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo y el exasesor de la Casa Blanca Juan Verde, así como la responsable global de alianzas e innovación CIB de BBVA, Alicia Pertusa, Alex Rayon, director general de Brain & Code y el presidente y el director general de Elkargi, Lander Artetxe y Zenón Vázquez, respectivamente.

Borrell ha señalado que «Europa lleva desarmándose desde el fin de la Guerra Fría» y, en particular, «desde que empezó la crisis del euro el gasto militar ha sido la variable de ajuste presupuestario, porque a todo el mundo le gusta más gastar en pensiones que almacenar municiones», pero «nos guste o no nos guste, «tenemos por delante la tarea de una generación», porque «construir estructuras de defensa es una tarea que no se hace en cuatro, ni en diez años».

Además, ha reflexionado sobre el hecho de que Estados Unidos y su presidente, Donald Trump, se han vuelto «impredecibles para el mundo» y «de las cosas más brutales, dramáticas, daniñas e inhumanas» que ha hecho ha sido suspender el 90% de la ayuda al desarrollo, siendo ésta el 40% de la ayuda mundial, lo que supone «decenas de miles de muertos, enfermedades infecciosas propagándose sin control, que los países más pobres del mundo lo serán todavía mucho más y más emigración».

A su juicio, Europa tiene que «actuar» y ser capaz de «utilizar el lenguaje del poder» que Trump usa «magníficamente bien». En este sentido, ha señalado, respecto al anuncio realizado por el presidente estadounidense de moratoria de 90 días a la implantación de nuevos aranceles, que «lo presenta como un cambio, no de estrategia, sino como la implementación, de una estrategia bien pensada y astutamente calculada para hacer que todo el mundo pudiera rendir pleitesía».

Sin embargo, a su juicio, en realidad es la consecuencia de que «el tipo de interés de los bonos del Tesoro americano habían llegado al 4,5%» y teniendo en cuenta el «déficit abismal» que tiene Estados Unidos había que «poner un freno y marcha atrás», es decir, «un desaguisado».

Por otro lado, ha abogado por poner fin a ciertas dependencias de la Unión Europea, que, además, se están incrementando, en algunos sectores y así ha recordado que, por ejemplo, «el 90% de todo el litio refinado que se produce en el mundo se produce en China».

En este contexto ha opinado que Europa ha reaccionado «mal que bien» a anteriores crisis, pero «puede que ante alguna no lleguemos a reaccionar» y, por ello, hay que «anticiparse» y «poner más energía en defendernos en todos los sentidos» para continuar siendo «el lugar del mundo donde mejor se vive».

Borrell también ha defendido que «es normal» que en la coyuntura actual Europa «busque alternativas comerciales y geopolíticas», en alusión a la visita del presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, a China, país por el cual ha mostrado «cierta admiración», debido al «progreso material tan grande que ha logrado en 40 años».

Por otra parte, ha considerado que «el mundo se está desoccidentalizando» y no únicamente en términos económicos y demográficos, sino que también es «un problema de valores».

«La verdadera competencia va a ser sobre las formas de organización política», ha considerado, para añadir que, Europa tiene «un grave problema de sistema» si sabiendo lo que hay que hacer en estos momentos no lo hace «por miedo a perder las elecciones» y si es así «o nos volvemos un sistema autoritario o tenemos la capacidad de pedagogía permanente para que los que nos votan apoyen lo que hay que hacer».

Por su parte, Margallo ha señalado que «el mundo que empezó en 1945, con un orden liberal internacional, con respeto a los Derechos Humanos, a la Ley e instituciones internacionales y una economía abierta, ha volado por los aires y no va a volver».

«Parar los pies a Putin»

Además, ahora que «parece que Ucrania va a ser dividida entre Rusia y Estados Unidos sin presencia de Ucrania y sin asistencia de la Unión Europea», ha advertido de que «o paramos los pies a Putin o tendremos en cuatro o cinco años otro problema con un país de la OTAN».

Sobre la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ha señalado que el país asiático «no va a ceder», al tiempo que ha avisado de que Trump «está intentando dividir a la Unión Europea» con negociaciones arancelarias.

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