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Israel habla del «momento triste para el mundo del cine» tras el Oscar del documental ‘No other land’
El documental, dirigido por cuatro directores, entre ellos el activista palestino Basel Adra y el israelí Yuval Abraham, refleja la situación de Adra, residente de Masafer Yatta, ante la destrucción de la localidad a manos de las fuerzas israelíes.
El ministro de Cultura de Israel, Miki Zohar, ha criticado este lunes que el documental ‘No other land’, que retrata la ocupación israelí en Cisjordania y la demolición de viviendas y propiedades de palestinos en la localidad de Masafer Yatta, se haya hecho con el Oscar a mejor largometraje documental y ha dicho que «es un momento triste para el mundo del cine».
«La victoria de ‘No other land’ en los Oscar es un momento triste para el mundo del cine. En lugar de presentar la complejidad de la realidad israelí, los directores decidieron amplificar narrativas que distorsionan la imagen de Israel ante las audiencias internacionales», ha sostenido el ministro a través de su cuenta en la red social X.
«La libertad de expresión es un valor importante, pero convertir la difamación de Israel en una herramienta para la promoción a nivel internacional no es arte, sino un sabotaje contra el Estado de Israel, especialmente tras la masacre del 7 de octubre (de 2023) y la guerra en marcha», ha afirmado.
Zohar ha argumentado que «precisamente por esto se aprobó una reforma en el cine financiado por el Estado, para garantizar que el dinero de los contribuyentes va a trabajos artísticos que hablan a la audiencia israelí y no a una industria que construye su carrera difamando a Israel en la escena internacional».
La reforma, impulsada por el propio Zohar, busca dirigir fondos a películas comerciales en lugar de documentales u otras obras artísticas que recojan la situación sobre minorías y los palestinos, lo que ha llevado al mundo del cine israelí a denunciar un intento de silenciar voces críticas con la situación y el conflicto palestino-israelí.
El documental, dirigido por cuatro directores, entre ellos el activista palestino Basel Adra y el israelí Yuval Abraham, refleja la situación de Adra, residente de Masafer Yatta, ante la destrucción de la localidad a manos de las fuerzas israelíes, la falta de oportunidades y el riesgo de expulsión de sus tierras por parte de Israel.
En el mismo, Adra se hace amigo de Yuval, un periodista israelí que acude a la zona para informar sobre la realidad a través de una serie de artículos, lo que refleja igualmente la disparidad de sus realidades y las dificultades a las que hace frente la población palestina frente a la ocupación y las prácticas represivas de las fuerzas de seguridad.
Durante su discurso de aceptación del Oscar, Adra ha dado las gracias a la Academia y ha reseñado que es «un gran honor» para los cuatro directores –Adra, Abraham, Hamdan Ballal y Rachel Szor– y para «todos los que dieron apoyo» a la hora de realizar el documental.
«Hace unos cuatro meses fui padre y espero que mi hija no tenga que vivir la vida que tengo yo, siempre con miedo ante la violencia de los colonos, la demolición de viviendas y el desplazamiento forzoso que sufre mi comunidad de Masafer Yatta a diario bajo la ocupación israelí», ha manifestado.
En este sentido, ha destacado que «‘No other land’ refleja la dura realidad» que sufren los habitantes de la localidad «desde hace décadas». «Aún resistimos y pedimos al mundo que adopte acciones serias para detener la injusticia y detener la limpieza étnica del pueblo palestino».
Por su parte, Abraham ha explicado que la película fue realizada «por palestinos israelíes, porque juntas nuestras voces son más fuertes». «Nos vemos. La atroz destrucción de Gaza y su pueblo debe terminar. Los rehenes israelíes secuestrados brutalmente en el crimen del 7 de octubre (de 2023) deben ser liberados», ha afirmado.
«Cuando miro a Basel, veo a mi hermano, pero no somos iguales. Vivimos en un régimen en el que yo soy libre, bajo la ley civil, y Basel está bajo leyes militares que destruyen su vida y que no puede controlar. Hay un camino diferente, una solución política, sin supremacía étnica, con derechos nacionales para ambos pueblos», ha argüido.
«Tengo que decir, estando aquí, que la política exterior en este país –en referencia a Israel– está ayudando a bloquear este camino. ¿Por qué? ¿No ven que estamos entrelazados? ¿Que mi pueblo puede estar verdaderamente seguro si el pueblo de Basel es verdaderamente libre y tiene seguridad?», ha apuntado, antes de agregar que «no hay otra vía». «No es demasiado tarde para la vida y para los vivos. No hay otro camino», ha zanjado.