
Hamás acusa a Israel de «una guerra religiosa»
"Nuestro pueblo no permanecerá en silencio ante la profanación de sus lugares sagrados", ha dicho el grupo, que ha denunciado la entrada de las fuerzas de seguridad y "colonos" en la Explanada de las Mezquitas y los intentos de "judaizar" el lugar, conocido como Monte del Templo por los judíos y como Noble Santuario por los musulmanes.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha acusado a Israel de lanzar «una guerra religiosa» por su «agresión contra mezquitas» en Cisjordania en pleno mes de Ramadán, antes de hacer un llamamiento a la población palestina a «incrementar todo tipo de resistencia» frente a las fuerzas de seguridad israelíes.
«Nuestro pueblo no permanecerá en silencio ante la profanación de sus lugares sagrados», ha dicho el grupo, que ha denunciado la entrada de las fuerzas de seguridad y «colonos» en la Explanada de las Mezquitas y los intentos de «judaizar» el lugar, conocido como Monte del Templo por los judíos y como Noble Santuario por los musulmanes.
Asimismo, ha criticado «los continuados intentos de hacerse totalmente con la mezquita Ibrahimi –conocida como Tumba de los Patriarcas– y la profanación e incendio de mezquitas en Nablús», en lo que describe como «ataques contra lugares santos islámicos en el marco de una guerra abierta» contra los palestinos.
«Estos ataques contra mezquitas en Nablús y Hebrón, incluido el incendio de varias salas, y el evitar que los fieles lleven a cabo los rezos de la madrugada, son un precedente peligroso que requiere llevar a cabo todos los esfuerzos para evitar que se repitan y formar una barrera sólida contra las políticas y ambiciones de la ocupación», ha manifestado.
En este sentido, ha recalcado que «el pueblo palestino y su resistencia serán un escudo impermeable a la hora de defendere y proteger sus mezquitas y lugares santos» y ha pedido a los palestinos «intensificar su conexión y desplazamiento a las mezquitas de Al Aqsa e Ibrahimi» para «repeler la agresión de la ocupación», según ha recogido el diario palestino ‘Filastin’.
LA AP DENUNCIA REDADAS EN MEZQUITAS EN NABLÚS
El comunicado ha sido publicado después de que las autoridades palestinas denunciaran varias redadas por parte de las fuerzas de seguridad de Israel en mezquitas de la Ciudad Vieja de Nablús, operaciones que se han saldado con tres detenidos y durante las cuales se han lanzado gases lacrimógenos.
Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias WAFA, los militares israelíes han realizado redadas en las mezquitas Al Satún, Ajaj, Al Tina, Al Nase, Al Beik y Gran Saladino, provocando daños materiales en su interior, sin que el Ejército de Israel se haya pronunciado por ahora sobre estas incursiones.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Religiosos y Donaciones Pías de la Autoridad Palestina ha denunciado la «escalada sin precedentes» por parte de las tropas israelíes y ha subrayado que son una violación «flagrante» de los lugares sagrados musulmanes en pleno mes de Ramadán.
«Esta invasión peligrosa, tanto en amplitud como por el momento en el que tiene lugar, es un movimiento sistemático por parte de la ocupación para profanar nuestros lugares sagrados», ha dicho, antes de agregar que «supone un desprecio flagrante por los Derechos Humanos, especialmente el derecho de culto, y una provocación a los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo».
Las operaciones han sido lanzadas después de que las autoridades israelíes anunciaran el jueves que limitarán por edad a los musulmanes que quieran entrar en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén los viernes durante el mes sagrado de Ramadán. Así, afirmó que sólo podrán acceder al lugar «los hombres mayores de 55 años, las mujeres mayores de 50 años y los niños de hasta 12 años (…) siempre que reciban un permiso y una evaluación previa de seguridad».
Hamás hizo el miércoles un llamamiento a los palestinos a «recluirse» en la mezquita de Al Aqsa con motivo del Ramadán y para hacer frente a las restricciones adoptadas por Israel, que también han endurecido los controles de seguridad en la Ciudad Vieja de Jerusalén, si bien los palestinos denuncian que son parte de los esfuerzos de Israel para «judaizar» la zona, anexionada tras la guerra de 1967, una medida no reconocida internacionalmente.