
Gobierno argentino advierte que manifestantes violentos serán acusados de sedición
La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, ha publicado en sus redes sociales un vídeo oficial del Gobierno en el que se muestra a un agente de Policía frente al Congreso de la Nación que, megáfono en mano, advierte de las consecuencias penales que podrían acarrear comportamientos violentos durante las protestas.
El Gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, ha advertido de que los manifestantes que actúen de manera violenta durante la marcha de este miércoles para defender las pensiones serán denunciados por el delito de sedición, todo ello después de que la semana pasada una protesta similar se saldara con más de un centenar de detenidos y varios policías heridos.
La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, ha publicado en sus redes sociales un vídeo oficial del Gobierno en el que se muestra a un agente de Policía frente al Congreso de la Nación que, megáfono en mano, advierte de las consecuencias penales que podrían acarrear comportamientos violentos durante las protestas.
«Atención, manifestarse por la vereda. Ante violencia, alejarse. Las fuerzas actuarán. Todo acto de violencia será denunciado por sedición y atentado contra el orden constitucional», anuncia el agente de seguridad en el citado vídeo. Bullrich, por su parte, aprovecha su publicación para recordar que «alterar el orden público y la vida democrática es un delito federal».
Por otro lado, Bullrich ha informado de una recompensa de 10 millones de pesos (algo más de 8.600 euros) para quienes «brinden información que ayude a identificar a los violentos que, con palos, armas y piedras, atacaron a las Fuerzas de Seguridad y generaron destrozos cerca del Congreso» en la marcha de la semana pasada y para «cualquier episodio de violencia» que pueda ocurrir este miércoles.
La semana pasada se realizó en la capital de Argentina, Buenos Aires, una manifestación de pensionistas respaldada también por grupos de extrema izquierda y de barras bravas –hinchas de fútbol violentos– que desembocó en episodios de violencia y más de un centenar de detenidos y decenas de heridos, incluidos policías.