
Equipo de Musk y Seguridad Nacional investigan filtración de chat sobre ataque a hutíes
El Consejo de Seguridad Nacional, la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca y el equipo técnicos del magnate Elon Musk investigan la filtración de un chat de Signal sobre un ataque contra objetivos hutíes en Yemen, declaró este miércoles la portavoz de la Presidencia de EEUU, Karoline Leavitt.
«Elon Musk se ha ofrecido a poner a sus expertos técnicos a cargo para averiguar cómo se añadió este número inadvertidamente al chat, para asumir la responsabilidad y garantizar que esto no vuelva a suceder», declaró Leavitt a la prensa, respecto a la incorporación del editor jefe de la revista The Atlantic, Philip Goldberg, al grupo de altos funcionarios que discutía el ataque a los hutíes.
Este miércoles The Atlantic publicó una segunda tanda de mensajes de texto del referido chat privado, el cual incluía una cronología completa del secretario de Defensa, Pete Hegseth.
La nueva publicación refutó las recientes declaraciones de altos funcionarios de la administración Trump en una audiencia ante el Congreso, en la cual negaron que los mensajes filtrados tuvieran información clasificada.
Goldberg reveló el pasado lunes que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, lo agregó accidentalmente a un chat privado sobre los ataques.
Según Goldberg, en dicho chat participaron altos funcionarios de la administración Trump, como el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el secretario de Estado (canciller), Marco Rubio, y el vicepresidente, J.D. Vance.
En su más reciente artículo, Goldberg explicó que The Atlantic solicitó a los funcionarios permiso para publicar los mensajes, asegurando que estos no contenían un plan de guerra real.
Leavitt negó en la red social X las acusaciones y calificó la historia como un «bulo» escrito por un «detractor de Trump» que es «conocido por su giro sensacionalista».
El 15 de marzo, EEUU lanzó una serie de ataques en el norte y centro de Yemen, bajo control hutí, incluidos bombardeos en la capital, Saná, que resultaron en más de 50 muertes y casi 100 heridos.
En respuesta, el movimiento hutí atacó el portaaviones Harry S. Truman y otros buques de guerra de EEUU en el Mar Rojo con misiles y drones.