
Bruselas pide liderar compras conjuntas de armamento para toda UE
"Presentamos un plan para hacer frente a las amenazas inmediatas y reforzar la defensa europea a largo plazo. No lo hacemos para lanzar una guerra, sino para prepararnos para lo peor, defender la paz en Europa, ha señalado la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas.
La Comisión Europea se ha ofrecido este miércoles a liderar compras conjuntas de armamento para toda la Unión Europea, jugando un papel central en las adquisiciones, como en el caso de las vacunas contra el coronavirus, al tiempo que ha condicionado el plan de préstamos a compras de material militar con un 65% de componentes europeos y a que se garantice la cadena de suministros y el despliegue frente a posibles restricciones, aislando así por el momento a la industria estadounidense.
«Presentamos un plan para hacer frente a las amenazas inmediatas y reforzar la defensa europea a largo plazo. No lo hacemos para lanzar una guerra, sino para prepararnos para lo peor, defender la paz en Europa y mantenernos firmes en un mundo en el que no puede prevalecer la ley del más fuerte», ha señalado la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, en la presentación del ‘libro blanco’ sobre Defensa, el documento que aspira a ser la guía estratégica para dirigir el gasto militar en el seno de la UE.
En su propuesta, Bruselas propone prioridades de inversión y urge a los Estados miembro a realizar adquisiciones conjuntas de material militar fabricado en Europa, así como de capacidades que contribuyan a proyectos paneuropeos de seguridad. En este sentido, señala a la mayor coordinación del gasto y la facilitación de los procedimientos, con un ‘ómnibus’ de Defensa previsto para el mes de junio, como la receta para superar la fragmentación del sector militar europeo.
La Comisión Europea alega la urgencia de los países de la UE de rearmarse de cara a tener una disuasión creíble para 2030, a la vista del cambiante escenario geopolítico y del riesgo que representa Rusia más allá del eventual alto el fuego que se pueda acordar en Ucrania.
Así las cosas, el documento comunitario recalca que Moscú superará el gasto en Defensa de los Estados miembros en 2025 y ha dejado claro en sus declaraciones que «sigue en guerra con Occidente». «Rusia seguirá siendo una amenaza fundamental para la seguridad de Europa en el futuro próximo, incluida su postura nuclear más agresiva y la colocación de armas nucleares en Bielorrusia», recoge el ‘libro blanco’.
Según ha explicado el comisario de Defensa, Andrius Kubilius, esta batería de iniciativas representa solo el «comienzo de un camino y no uno fácil», por lo que ha puesto el acento en que ahora la UE se centre en aplicar las medidas y planes para disuadir al presidente ruso, Vladimir Putin, de futuras agresiones.
Ante la nueva era geopolítica y el giro de Estados Unidos respecto a la guerra en Ucrania, el comisario lituano ha avisado que los europeos deben responsabilizarse de la seguridad en el continente porque «450 millones de ciudadanos europeos no tienen que depender de 340 millones de estadounidenses para defenderse de 140 millones de rusos, que no pueden derrotar a 38 millones de ucranianos». «Podemos hacerlo mucho mejor», ha recalcado.
CENTRALIZAR COMPRAS MILITARES
En su iniciativa, el Ejecutivo europeo plantea la opción de actuar como «oficina central» para cerrar compras conjuntas con la industria militar para toda la UE, una opción que un funcionario europeo ha aclarado que es un «una posibilidad» que se presenta a los Estados miembro. «Forma parte de las lecciones aprendidas del coronavirus. A veces tiene sentido que una organización contrate muy rápidamente en nombre de los Estados miembros», ha indicado sobre el rol que jugaría Bruselas, que iría más allá de sus competencias.
Este paso en todo caso genera las reticencias de los Estados miembros que igualmente apuntan a que la OTAN tiene una agencia para licitaciones conjuntas.
Aparte de las compras conjuntas, que se ofrecen como elemento principal para desplegar el sector industrial europeo, Bruselas también señala a la creación de un Mecanismo de Ventas Militares de la UE para tener un catálogo único en la UE que incentive la compra de material fabricado en Europa. Igualmente se pone sobre la mesa establecer «reservas de preparación» en las que el material y los equipos militares estén disponibles para su compra y entrega inmediatas a los socios europeos.
PREFERENCIA EUROPEA Y LIMITAR EL PAPEL DE EEUU
El plan de préstamos por valor de 150.000 millones de euros para rearmar Europa que presentó a principios de mes la presidenta comunitaria, Ursula von der Leyen, y avalaron los líderes europeos en la cumbre extraordinaria del 6 de marzo, consolida la preferencia de compras de material ‘made in Europe’, al señalar que los préstamos se usarán para armamento y sistemas de Defensa que contengan al menos un 65% de componentes europeos.
En el caso de sistemas complejos como defensas antiaéreas, material espacial o Inteligencia Artificial, los proveedores deben tener «autoridad de diseño», esto es que sean capaces de sustituir cualquier componente que pueda limitarse o restringirse por legislación, lo que en la práctica supone dar preferencia europea y protegerse de una eventual restricción al uso de material, incluyendo de armamento estadounidense.
«El proveedor tiene que poder sustituir un componente si estuviera sujeto a una limitación de uso», ha indicado un funcionario europeo, apuntando que la UE tiene que asegurarse de que podrá desplegar y utilizar los sistemas militares en los que invierta.
Aunque Kubilius ha insistido en que no se excluye a nadie, de facto estas condiciones limitan la posible participación de Estados Unidos en el plan, pese a que la iniciativa sí permite que algunos proveedores de contratos ya en marcha estén establecidos en terceros países.
De esta forma, se insta a los Estados miembros a presentar en el plazo de seis meses sus planes de compras, que se beneficiarán de exenciones de IVA, procedimientos de adquisiciones simplificados y de un alto nivel de prefinanciación por parte del Ejecutivo europeo.
El plan de Bruselas está abierto a que «países afines» participen en las compras conjuntas, aunque no se beneficien de los préstamos europeos. En esta lista la UE incluye a Noruega, Moldavia, Corea del Sur, Japón, Albania y Macedonia del Norte, países con los que mantiene acuerdos de seguridad y defensa, aunque apunta a que hay conversaciones abiertas con otros, caso de Reino Unido, Canadá e India. Otros países como Turquía, aliado de la OTAN y candidato a la UE, está en la lista de países que pueden solicitar entrar en el plan de compras conjuntas.
En el caso de Ucrania, se plantea una excepción para que su industria armamentística se pueda beneficiar de las compras conjuntas en pie de igualdad con la industria europea, señala el ‘libro blanco’. Misma claúsula se aplica a Noruega que se trata de un «socio integral» de los programas de la UE por su contribución al presupuesto comunitario, por lo que se podrá adquirir material proveniente de la industria noruega.
Según ha detallado posteriormente Kubilius, las empresas que reciban contratos europeos con préstamos comunitarios deben estar establecidas en la UE, en Ucrania o Noruega, por lo que empresas de fuera de la UE tienen que tener una filial territorio europeo.
Esta se trata de una vieja pelea en el seno de la UE entre quienes piden ser estrictos en el elegibilidad de las inversiones europeas para limitarlas solo a la industria europea y quienes reclaman un enfoque «más abierto». Una fuente diplomática defendía ser «lo más flexibles posible» ante el calado del desafío para escalar la Defensa europea. «En este caso, cuantos más seamos, mejor», subrayaba sobre la opción de comprar también fuera de la UE.
En este sentido, hay países del bloque que insisten en que los sistemas de Defensa están interconectados con los estadounidenses por lo que resulta «esencial» que la base industrial siga siendo abierta.