Bolsonaro dice que acusación de golpe es «infundada» y ataca sistema electoral brasileño

"Un golpe tiene que tener gente, tropas, armas y liderazgo; un año, dos años de investigación y no descubrieron quién sería ese líder", declaró.

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2023) criticó este miércoles en una comparecencia ante la prensa la decisión del Tribunal Supremo Federal de imputarle por presuntamente haber liderado un intento de golpe de Estado en 2022.

«Yo espero poner un punto final a esto, parece que hay algo personal contra mí; la acusación es muy grave, y son infundadas», dijo ante un grupo de periodistas.

Bolsonaro aseguró que tras perder los comicios de 2022 pidió a sus seguidores que protestaban en las calles por el resultado, que se desmovilizaran y que colaboró en la transición con el Gobierno electo de Luiz Inácio Lula da Silva.

«Un golpe tiene que tener gente, tropas, armas y liderazgo; un año, dos años de investigación y no descubrieron quién sería ese líder», declaró Bolsonaro.

Tanto la policía en su investigación como la Fiscalía en su denuncia consideran que el líder de la estrategia golpista fue Bolsonaro, algo refrendado este miércoles por los cinco jueces del Supremo que votaron de forma unánime para que vaya a juicio.

Durante su discurso, que improvisó y en el que se mostró visiblemente alterado, el líder de la ultraderecha brasileña también atacó al juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, y al sistema electoral, basado en urnas electrónicas.

Tal como hizo durante la campaña electoral de 2022, Bolsonaro sembró dudas sobre la fiabilidad de este sistema, que se usa en Brasil desde hace más de dos décadas: «No estoy obligado a confiar, a creer en el programador (de las urnas)».

En su declaración a la prensa, Bolsonaro admitió la existencia de la llamada «minuta del golpe», el documento-borrador que su entornó preparó y que preveía que las Fuerzas Armadas intervinieran en la Justicia Electoral para anular la victoria de Lula da Silva.

Bolsonaro dijo que no firmó ese documento y que tendría que convocar a los consejos de la República y de Defensa para sacar esa idea adelante, algo que no hizo.

«Ese sería el primer paso, no sirve de nada poner un decreto delante del presidente, de estado de Defensa y firmar y ya está resuelto», argumentó.

El expresidente está imputado por cinco delitos, entre ellos intento de golpe de Estado, pertenencia a organización criminal armada e intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho; las penas máximas de estos delitos sumadas superan los 40 años de cárcel.

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