Incertidumbre por fenómeno de La Niña preocupa al sector agro nacional

Se espera una transición en El Niño y La Niña para el mes de abril, aunque sin certezas

Según dio a conocer el Centro de Predicción Climática (CPC) del NOAA, el pronóstico estacional para el primer trimestre del año tendrá condiciones asociadas al fenómeno de La Niña. “Las características de este evento son de carácter débil y posiblemente de corta duración, lo cual indica que sus efectos sobre el clima tenderían a ser menos intensos”, explica Viviana Tudela Pino, profesora adjunta de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ECA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH).

La docente señala que, según los modelos dinámicos de anomalías de temperatura superficial del mar, pertenecientes al International Research Institute for Climate and Society (IRI), el fenómeno permanecería hasta abril con una probabilidad del 59%, y para marzo-mayo de 2025, habrá una probable transición a fase neutra, con el 60% de probabilidad.

«Por esta razón, es importante -en la agricultura- no quedarse solo con la información de la ocurrencia de evento El Niño o La Niña, si no que revisar los pronósticos estacionales enfocados al territorio que, aunque basados en El Niño/La Niña, incorporan en su análisis otros factores que interactúan con este y el comportamiento histórico de las estaciones meteorológicas”, asegura.

En esa misma línea, Tudela declara que se deben esperar los siguientes pronósticos estacionales para anticipar lo que pasará durante los próximos meses e invierno. «Actualmente en la zona central nos encontramos en la estación seca del año, donde normalmente no ocurren precipitaciones. Sin embargo, hay que considerar que las fases neutras de El Niño/La Niña generan una mayor incertidumbre en el pronóstico estacional”, agrega.

Principales impactos

Tudela dice que los principales impactos en el sector agrícola durante el verano serán el incremento de la evapotranspiración, el estrés térmico por altas temperaturas y la aceleración del desarrollo. “Por este motivo es importante ajustar los cálculos de requerimientos de riego además de incrementar la frecuencia de éste, poniendo especial atención a hortalizas de arraigamiento superficial”, especifíca.

La experta destaca que para reducir el estrés térmico es necesario no descuidar la aplicación de bloqueadores solares o caolinita en frutales susceptibles a golpes de sol y quemaduras por radiación.

En el caso del ganado, las altas temperaturas reducen la ganancia en peso, por lo que se debe cuidar la hidratación y evitar la exposición al sol.

“Es fundamental estar atentos a los pronósticos de corto plazo para prepararse ante olas de calor y mantenerse alerta ante posibles adelantos en la maduración de frutas y hortalizas, para poder planificar oportunamente las labores de cosecha, las que deberían realizarse durante las mañanas y considerar lugares de acopio frescos y a la sombra para los productos recién cosechados”, concluye.

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