Guerra contra narcotráfico está perdida, dice futuro ministro de interior de Uruguay

Carlos Negro fue designado por el presidente electo, Yamandú Orsi (de la coalición progresista Frente Amplio), para encabezar las políticas de seguridad en Uruguay durante el próximo gobierno, que comenzará el 1 de marzo.

La guerra contra el narcotráfico está perdida y es necesario intervenir en el mercado de drogas ilícitas de una forma inteligente, dijo este martes quien será el próximo ministro de Interior de Uruguay, Carlos Negro.

«La fantasía de derrotar al narcotráfico ha fracasado con total éxito, acá y en todas partes del mundo. Incluso los que han dedicado mayor presupuesto a esta «guerra» muestran resultados claramente adversos», afirmó Negro en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.

Agregó que buscará «intervenir en forma inteligente» para «mostrarles a los delincuentes más violentos que matar no es gratis».

Negro fue designado por el presidente electo, Yamandú Orsi (de la coalición progresista Frente Amplio), para encabezar las políticas de seguridad en Uruguay durante el próximo gobierno, que comenzará el 1 de marzo.

Antes de ser nombrado en esa secretaría de Estado, Negro tenía a su cargo una de la fiscalías especializadas en Homicidios de Montevideo, el departamento más poblado y con mayores índices de violencia en el país.

Más temprano este martes, en entrevista con Radio Sarandí, el futuro ministro afirmó que el narcotráfico es un mercado «tan lucrativo que hace imposible su eliminación».

Por tanto, explicó, la estrategia del combate a la delincuencia debe estar cimentada en cifras.

«(Hay que) trabajar en base a evidencia, a números, a datos estadísticos fuertes que nos muestren dónde está el fenómeno de la violencia y cómo atacarla», afirmó.

En la antesala de su asunción como ministro, Negro se ha rodeado de un grupo de especialistas en el campo de la criminología, buscando señalizar un viraje en la concepción de la política de seguridad pública, priorizando el saber académico por sobre la designación de funcionarios con respaldo político, pero sin experiencia en el tema.

«Vamos a trabajar sobre datos concretos para obtener resultados concretos», resumió.

Uruguay ha experimentado en los últimos años un empeoramiento significativo de sus indicadores sobre violencia y criminalidad, al punto de que desde hace más de una década la seguridad es el principal tema de discusión de la agenda pública.

En 2024, este país sudamericano registró 379 homicidios, lo que supone una tasa de 10,6 asesinatos cada 100.000 habitantes, según datos del Ministerio del Interior.

En 2023, el Estudio Global de Homicidios, elaborado por la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas, ubicó a Uruguay como el segundo país del mundo con mayor cantidad de homicidios relacionados con el crimen organizado.

El ministro designado también se refirió a la situación de las cárceles en el país.

«Venimos de décadas de un sentido común que indica que hay que llenar cárceles para vivir más seguros. Eso lo que determina es que hay que encarcelar, encarcelar y encarcelar. Y lleva a que mucha gente que está en la cárcel no debería estar, y gente que debería estar en la cárcel no lo está; la famosa selectividad del sistema penal, los delitos de cuello blanco con penas bajas», resumió.

Uruguay es el décimo país del mundo con la mayor tasa de prisionización y el primero de América del Sur.

Con cerca de 16.000 personas privadas de libertad y una población de 3,4 millones de habitantes, el país sudamericano tiene 435 presos cada 100.000 habitantes, según los datos más recientes de la Oficina del Comisionado Parlamentario Penitenciario, correspondientes a 2023.

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