Experto en psicología comparte cómo mantener una mente y un estilo de vida saludables
Según las estimaciones de las investigaciones, alrededor del 25% de los adultos en todo el mundo no realizan suficiente actividad física a diario.
El verano ofrece días más largos, mientras que el invierno suele traer días más cortos y temperaturas más frías, lo que afecta nuestras rutinas.
Tu bienestar es crucial durante todo el año, y el cambio de estaciones es un momento fantástico para comenzar un nuevo régimen de salud.
Aquí tienes cuatro consejos relacionados con la salud para garantizar que mantienes una buena salud mental, según el experto en psicología estadounidense y autor Joey Florez.
Realice actividad física
Según las estimaciones de las investigaciones, alrededor del 25% de los adultos en todo el mundo no realizan suficiente actividad física a diario. Uno de cada cuatro hombres y hasta una de cada tres mujeres no realizan una actividad física adecuada cada día para mantener su salud. Mantener una buena forma física reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, además de reducir el riesgo de problemas de salud física como la diabetes y la hipertensión arterial.
Un régimen de ejercicio constante puede mejorar la cognición, así como el pensamiento, la memoria y las capacidades de aprendizaje tanto en personas jóvenes como mayores, según una investigación reciente publicada en publicaciones médicas. Sin embargo, cuando se trata de mejorar el bienestar, sus efectos son más sustanciales.
Un gran número de importantes organizaciones de salud recomiendan a los expertos realizar ejercicio aeróbico de intensidad ligera a moderada una vez a la semana, con una duración diaria práctica de solo 30 minutos. Los deportes, el yoga, la equitación y las caminatas son algunos ejemplos de actividades físicas que pueden reducir el riesgo de enfermedades y fomentar una mejor salud. Al adoptar un nuevo estilo de vida, una dieta saludable puede tener enormes ventajas, además de ayudarlo a mantenerse en forma.
Asegúrate de descansar lo suficiente
Para que la salud física y mental sea óptima, el sueño es esencial. La falta de sueño está asociada a un mayor riesgo de hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Entre sus efectos psicológicos se encuentran la fatiga, la ansiedad, la depresión y el deterioro de la función cognitiva.
Los adultos deberían dormir al menos entre 7 y 8 horas al día, según las principales organizaciones e institutos de salud del mundo. A continuación, se indican algunas estrategias para dormir lo suficiente: evitar comidas pesadas unas horas antes de acostarse, apagar la luz artificial brillante, dormir el mismo número de horas los fines de semana que durante la semana, e irse a la cama y despertarse a la misma hora todos los días.
Limite o evite el consumo de alcohol
Muchos siguen abogando por no consumir alcohol, aunque algunos estudios han considerado que el consumo moderado de alcohol, como el vino tinto, puede tener efectos favorables en la salud física y mental.
El consumo regular de alcohol puede alterar los neurotransmisores del cerebro encargados de preservar la salud mental. Podría ser recomendable abstenerse por completo de beber alcohol porque los posibles riesgos superan a las ventajas.
Para quienes tienen un problema de bebida de larga data, las estrategias para ayudar a superarlo incluyen evitar la tentación, buscar tratamiento, establecer un objetivo de consumo de alcohol para dejar de beber y ser tenaz y fuerte.
Tenga en cuenta la resiliencia
La capacidad de adaptarse ante las dificultades, los traumas, las tragedias y el estrés extremo se conoce como resiliencia. Numerosos estudios empíricos publicados en revistas académicas han vinculado la aparición de un bienestar negativo, como la ansiedad y la depresión, con una resiliencia inadecuada.
Aumentar la resiliencia puede ser una estrategia útil para mejorar la felicidad y el bienestar. Desarrollar e implementar hábitos emocionales, espirituales, intelectuales, físicos, ambientales, financieros, laborales y sociales sólidos es el primer paso para mantener un grado saludable de resiliencia.
Cambiar su estilo de vida, tomarse un descanso cuando esté cansado, formar un sistema de apoyo social y cuidar su salud física son las mejores estrategias para desarrollar la resiliencia. Una resiliencia fuerte también puede ayudar a los adultos de todas las edades a desarrollar un fuerte sentido de sí mismos y de su autoestima.