Abbas pide sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU por la ofensiva israelí en Cisjordania
Las Fuerzas Armadas israelíes han destruido una veintena de edificios en explosiones coordinadas en Yenín.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha pedido la convocatoria de una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la ofensiva militar israelí en los campamentos de refugiados de Cisjordania, después de que este domingo las fuerzas israelíes demolieran una veintena de edificios en el campamento de refugiados de Yenín e informaran de al menos 50 muertos en los últimos trece días.
Abbas ha solicitado la sesión «para detener la agresión israelí contra el pueblo palestino, la destrucción de bloques enteros de viviendas por las fuerzas de ocupación en los campamentos de Yenín y Tulkaerm o los bombardeos contra decenas de casas», según el comunicado oficial
Denuncia además «la expulsión de ciudadanos de sus casas en los campamentos de Tammun y Fara, en Tubas, la destrucción sistemática de infraestructuras y la matanza de decenas de ciudadanos y cientos de heridos y miles de detenidos, el terrorismo de los colonos y el incendio de casas y propiedades, todo ello para expulsar a los palestinos de sus tierras y de su patria».
Por ello pide una «intervención urgente» del Consejo de Seguridad para «dar protección internacional al pueblo palestino y presionar al estado ocupante para que cese en estos graves crímenes» que suponen una «limpieza étnica», considerada crimen de guerra por el Derecho Internacional.
En particular apela al Gobierno estadounidense para que «intervenga de inmediato» y «obligue a Israel a parar las operaciones de destrucción y desplazamiento» de población y evitar así «una escalada de la tensión».
«El Ejército de ocupación está completando los planes que inició en la Franja de Gaza de expulsar a la población palestina volando sus casas y los barrios residenciales para imponer sus planes rechazados y condenados».
La relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, ha denunciado por su parte las acciones «criminales» de Israel en Cisjordania y recuerda que ya avisó de la extensión de la destrucción de Gaza hacia Cisjordania en su informe de octubre.
«La intención genocida es evidente en la forma en la que Israel ataca a la totalidad de los palestinos por serlo», ha indicado en referencia a los ataques «en la totalidad del territorio palestino que Israel reivindica para la autodeterminación judía en exclusivo». «Hace tiempo que se debería de haber intervenido para pararlo», ha remachado.
Por su pate, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, ha denunciado la «amenaza existencial» a la causa palestina que suponen los intentos de desplazamiento de la población por parte de Israel y ha pedido incrementar la ayuda humanitaria para impulsar los programas de reconstrucción.
Además ha reivindicado la solución de los dos estados como «única forma posible» para lograr la seguridad y la paz para las dos partes, con un estado palestino con las fronteras de 1967.
También la ministra de Asuntos Exteriores eslovena, Tanja Fajon, ha rechazado de plano cualquier desplazamiento de población palestina a Jordania o Egipto por ser contraria al Derecho Internacional Humanitario. «Lo rechazamos», ha subrayado.
El Movimiento Al Fatá que lidera Abbas ha condenado también la voladura de viviendas en Yenín en el marco de la «guerra de exterminio contra nuestro pueblo» reflejado en el plan de «resolución del conflicto» israelí. Enfrente tendrá «la resistencia y arraigo de nuestro pueblo, sin importar los sacrificios que suponga».
El Gobierno israelí esgrime que estas operaciones en Cisjordania buscan eliminar a células de las milicias palestinas, pero las autoridades palestinas denuncian estas incursiones como una parte más de los esfuerzos de anexión israelí para facilitar la apropiación ilegal de tierras por parte de los colonos de la zona, quienes aterrorizan a la población palestina con el consentimiento del Ejército.
La actual ofensiva del Ejército israelí, denominada Operación Muro de Hierro, se ha centrado principalmente en la ciudad y el campo de refugiados de Yenín, pero acabó por expandirse a Tulkarem la semana pasada antes de dirigirse a Tammun. En total, según el balance publicado este mismo domingo por las fuerzas israelíes, han muerto «más de 50 terroristas» y más de un centenar han sido detenidos. en los trece días de operaciones militares. Las autoridades palestinas, por su parte, cifran en unos 15.000 los desplazados.