Promulgada ley que termina con la deuda histórica al magisterio

La iniciativa, firmada hoy por el presidente Boric, prevé realizar el pago de 4,5 millones de pesos a cada maestro afectado, que empezará por quienes tienen más de 80 años.

El presidente Gabriel Boric promulgó hoy la ley para la reparación de la deuda histórica del Estado con decenas de miles de docentes, después de más de cuatro décadas de lucha magisterial.

“Hoy el Estado de Chile les dice a las y los profesores: la lucha que han dado ha sido por una causa justa. Este logro es de ustedes”, señaló el mandatario

¿Qué implica esta ley?

✅ Reconocimiento oficial de la Deuda Histórica
✅ Beneficiará a cerca de 57 mil docentes
✅ Pagos progresivos en un plazo de seis años
✅ Primero recibirán el pago las y los docentes de mayor edad
✅ El primer pago será en octubre de 2025

La deuda histórica se originó en 1981 cuando la dictadura de Augusto Pinochet trasladó la educación pública de la tutela del Estado a los gobiernos municipales, sin embargo, los nuevos empleadores no reconocieron los ajustes salariales, lo cual afectó los ingresos y pensiones.

La nueva ley prevé realizar el pago de 4,5 millones de pesos a cada maestro afectado, que empezará por quienes tienen más edad.

También considera la apertura de un nuevo proceso de registro para presentar los antecedentes a quienes no están en la base de datos del Ministerio de Educación.

Igualmente contempla que quienes fallezcan durante el período de pago, puedan heredar ese monto a sus familiares.

El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, agradeció a los parlamentarios la celeridad en la aprobación de este proyecto ingresado apenas en el mes de diciembre.

Había que aprovechar la oportunidad porque pasaron 43 años para que el Estado decidiera abordar el tema, período en el que han muerto miles de docentes a la espera este momento, dijo Cataldo.

Mientras, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, reconoció el esfuerzo del grupo de educadores que durante muchos años asistió todos los jueves al Palacio de La Moneda, sede de la presidencia, para exigir el pago de la deuda.

Este es un monto modesto, un pedacito de justicia, pero lo más relevante –dijo- es que el Estado reconoció que hubo un daño y una arbitrariedad. (EP/PL)

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