Cerca de las 17 horas de ayer y luego de un operativo de 36 horas organizado por la Fuerza Aérea de Chile, se concretó con éxito el arribo del Presidente de la República, Gabriel Boric Font, junto a su comitiva al Polo Sur, un hito histórico para nuestro país y su relación con la Antártica, que se realiza en el marco de la Operación Estrella Polar III.
La llegada al Polo Sur fue la culminación de un operativo de largo aliento. El Mandatario, junto a autoridades y científicos, despegaron a las 21:30 horas del jueves 2 de enero desde Santiago hacia la Base Aérea Chabunco, ubicada en Punta Arenas. Allí se realizó un briefing sobre la Operación, para ahondar sobre las diversas medidas de seguridad del hito, y además se les hizo entrega de la indumentaria necesaria a todos los integrantes de la comitiva.
Posteriormente, alrededor de las 03:30 de la mañana, la comitiva continuó con el viaje desde la Región de Magallanes y la Antártica Chilena hacia la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, lugar al que arribaron cerca de las 09:30 horas. Desde ese punto, abordaron dos aviones Twin Otter y dos helicópteros Black Hawk para iniciar alrededor de las 10:30 horas el último tramo del viaje, correspondiente al traslado hacia la Base Amundsen-Scott, ubicada en el Polo Sur.
La comitiva, encabezada por el Jefe de Estado, permaneció cerca de dos horas en la base estadounidense, donde realizaron una visita guiada a las instalaciones y, asimismo, se generó el espacio para que el equipo de científicos del Instituto Antártico Chileno (INACH) realizara trabajo de investigación con el apoyo del personal de la Estación.
El Presidente Gabriel Boric, quien se convirtió en el primer Mandatario latinoamericano en ejercicio en visitar el Polo Sur, manifestó que «es un honor y un orgullo poder estar acá, con las capacidades del Estado chileno en coordinación con diferentes instituciones del mundo, partiendo por las nuestras. Es un hito para nosotros, es primera vez que un Presidente chileno y latino llega al Polo Sur y da cuenta de la vocación antártica de Chile y el compromiso que tenemos con que este sea y siga siendo un continente de ciencia y de paz, es también una ratificación de nuestra pretensión de soberanía en este espacio. Desde aquí todo es norte: hay sólo 12 banderas flameando, una de ellas es la bandera chilena y eso es un motivo de orgullo».
Asimismo, el Mandatario destacó la motivación científica detrás de la expedición: “Vinimos con el director del INACH, Gino Casassa, quienes van a tomar muestreos de la zona para poder hacer estudios de la eventual contaminación que pueda haber; el impacto de la crisis climática también. Vamos a compartir con los cerca de 50 científicos de diferentes nacionalidades que hay actualmente acá, nuestra ministra de Medioambiente también es científica, Gino podrá conversar con algunos de ellos e intercambiar experiencias, generar vínculos y seguir haciendo soberanía acá”.
La comitiva que acompañó al Presidente de la República, Gabriel Boric Font, fue integrada por la ministra de Defensa Nacional, Maya Fernández; la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas; la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente; los comandantes en jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Hugo Rodríguez; del Ejército, General Javier Iturriaga del Campo; y de la Armada, Almirante Juan Andrés De La Maza; el director del Instituto Antártico Chileno, Gino Casassa y los científicos de la entidad, Ricardo Jaña y Elías Barticevic.
Ciencia y Medio Ambiente: temas clave de la Operación
Durante la Operación Estrella Polar III, el equipo de investigadores del Instituto Antártico Chileno tuvo la oportunidad de estudiar las características químicas y ópticas de la nieve superficial en el Polo Sur en su visita a la base Amundsen-Scott, trabajo que se relaciona al análisis de las impurezas absorbentes de la luz, particularmente el carbono negro, a través de la toma de muestras para ser llevadas en estado congelado a los laboratorios del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, institución que ha podido estudiar las propiedades de la nieve y su interacción con la atmósfera durante los últimos 10 años gracias a un proyecto conjunto con INACH.
Otro de los objetivos de los investigadores durante la visita fue recabar información sobre el funcionamiento de la base Amundsen-Scott en diversas aristas, como uso energético, calefacción y generación de agua, particularmente en relación al uso de energías renovables no convencionales y tradicionales, como el derretimiento de nieve para la obtención de agua potable o el conocimiento en tecnologías constructivas y eficiencia térmica, entre otros. Estos asuntos revisten una alta relevancia en el conocimiento de métodos y protocolos de operación de bases científicas dentro del círculo polar, donde Chile tiene planes para operar una estación científica permanente conjunta en la Base Carvajal, ubicada en latitud 67°S.