Blinken asegura que EEUU trabaja para evitar un «conflicto» en el noreste de Siria
"Lo que no beneficia en absoluto a todo lo positivo que estamos viendo en Siria sería un conflicto. Nos aseguraremos de que eso no suceda", ha subrayado este miércoles durante una rueda de prensa junto con el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha asegurado que Washington trabaja para evitar un «conflicto» en el noreste de Siria y para responder a las «preocupaciones legítimas» de Turquía sobre la milicia kurdo-siria Unidades de Protección Popular (YPG), vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
«Lo que no beneficia en absoluto a todo lo positivo que estamos viendo en Siria sería un conflicto. Nos aseguraremos de que eso no suceda», ha subrayado este miércoles durante una rueda de prensa junto con el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot.
Estas medidas incluyen, ha explicado, la integración de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) dentro de un organigrama unificado de defensa bajo la autoridad de las nuevas autoridades encabezadas por el grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), así como la salida de Siria de combatientes extranjeros de las milicias.
«Ese es un proceso que llevará algún tiempo», ha indicado un Blinken que ha asegurado que trabajan «muy de cerca» con Turquía y que espera que la nueva administración del republicano Donald Trump, que asumirá el cargo el próximo 20 de enero, haga lo mismo.
Esto se produce después de que el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, advirtiera en la víspera de que Ankara podría llevar a cabo una ofensiva en el noreste de Siria si no se expulsa los líderes y miembros de las YPG, integradas en las FDS.
Turquía considera que esta milicia está vinculada al PKK, considerado como grupo terrorista en el país. Desde la caída del régimen de Bashar al Assad, Ankara ha defendido que no reconocerá ni a la milicia ni a la llamada administración kurda del noreste de Siria, Rojava, en el marco del establecimiento de una nueva estructura del poder en el país vecino.