Una edad para disfrutar: rebajas desde los 60

Por Francisco Martorell Cammarella (61), director de El Periodista.

 

 

En Chile, la expectativa de vida de los hombres es menor que la de las mujeres. Sin embargo, una paradoja injusta ocurre en nuestro sistema de beneficios sociales y recreativos: los hombres deben esperar hasta los 65 años para gozar de tarifas rebajadas en servicios como el Metro de Santiago. Algo similar ocurre en muchos lugares de recreación, como parques o granjas interactivas, donde quienes tienen entre 60 y 64 años aún deben pagar el precio completo.

Esta situación no solo afecta el bolsillo de nuestros adultos mayores, sino que también limita las posibilidades de disfrute y convivencia con sus seres queridos. ¿Cuántos abuelos han tenido que declinar la invitación de sus nietos porque simplemente no pueden costear la entrada?

En una sociedad que envejece aceleradamente, las políticas públicas deben fomentar el bienestar y la integración de las personas mayores. Si se reconoce que la edad de 60 años marca un hito significativo en la vida de los chilenos —con desafíos como la jubilación y el deterioro de la salud—, ¿por qué no establecer descuentos universales a partir de esta edad, tanto para hombres como para mujeres?

Existen precedentes en otros países donde los descuentos comienzan a los 60 años. Esto no solo es un acto de justicia social, sino una forma de reconocer la contribución que estas generaciones han hecho al país.

Es hora de que nuestras autoridades legislen para asegurar que todos los mayores de 60 años puedan acceder a tarifas especiales en transporte, espectáculos y lugares recreativos.

El envejecimiento no debe ser un obstáculo para disfrutar de la vida. Dar más oportunidades a los mayores de 60 es una inversión en la felicidad, la salud y el fortalecimiento de los lazos familiares. Dejemos de excluir a quienes tanto han dado y permitámosles ser parte activa de nuestra sociedad, con dignidad y disfrute.

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