Países árabes más Rusia, Turquía e Irán llaman juntos a una solución política en Siria

Trump se desentendió del conflicto y dijo que "no es nuestra lucha".

Los países árabes junto a los garantes del proceso de paz de Astaná para Siria — Rusia, Turquía e Irán — han llamado este sábado al unisono a la convocatoria de una solución política negociada que ponga fin al repunte de las hostilidades que comenzó a finales del mes pasado en la República Árabe Siria, escenario de una ofensiva de rebeldes opositores y yihadistas que ha llevado a esta alianza a las puertas de Damasco.

Esta violencia «constituye un acontecimiento peligroso para la seguridad del país y la seguridad regional e internacional», han hecho saber los países participantes en el foro internacional celebrado este sábado en Doha, la capital de Qatar, escenario de intensas conversaciones diplomáticas.

En este sentido, los firmantes, que comprenden también a Arabia Saudí, Jordania, Irak y Egipto, piden a todas las partes que «busquen una solución política a la crisis siria que conduzca al fin de las operaciones militares y a la protección de los civiles de las repercusiones de esta crisis».

Asimismo, llaman a un esfuerzo internacional conjunto «para aumentar la ayuda humanitaria al pueblo sirio y garantizar su acceso sostenible y sin obstáculos a todas las zonas afectadas para evitar el derramamiento de sangre».

Tras reiterar la importancia de preservar «la unidad, la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Siria» para «proteger al país del caos y el terrorismo», los países terminan comprometiéndose a mantener los contactos para «encontrar una solución pacífica a la crisis siria», según la declaración final del encuentro, publicada por el Ministerio de Exteriores de Qatar.

«No es nuestra lucha»

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este sábado que se desentenderá de la crisis abierta hace diez días en Siria con la ofensiva fulgurante lanzada por yihadistas y rebeldes contra el Gobierno del presidente Bashar al Assad y ha culpado al expresidente norteamericano Barack Obama de tener buena parte de culpa de la situación actual.

En un comunicado publicado en su red social Truth Social, Trump describe que «los combatientes de oposición sirios, en un movimiento sin precedentes, han asumido el control de varias ciudades durante una ofensiva muy bien coordinada y ahora mismo están a las afueras de Damasco para ejecutar, está claro, una operación de envergadura para acabar con Al Assad».

A continuación, Trump ha acusado a Obama de haber sido incapaz de «honrar sus promesas» en Siria y de dejar la situación en manos de Rusia, «que está tan liada en Ucrania que parece incapaz de detener esta marcha, literalmente hablando, a través de Siria, un país que han protegido durante años».

El entonces presidente Obama apostó por respaldar a rebeldes sirios moderados para luchar contra la organización yihadista Estado Islámico a través del despliegue de fuerzas especiales norteamericanas, pero nunca llegó a involucrarse a fondo en el conflicto para no desencadenar un conflicto abierto con Rusia o Irán.

Moscú sí que acabó interviniendo en 2015 con una campaña militar que llevó a los rebeldes y a los yihadistas a recluirse en bastiones aislados y a reorientar el rumbo de la guerra a favor del presidente sirio, hasta ahora.

Trump ha razonado que el avance de la oposición para expulsar a Al Assad y a las fuerzas rusas en el país «posiblemente es lo mejor que podía pasar» a Moscú. «En realidad, Siria nunca ha sido de mucho beneficio para Rusia. Quizás es lo mejor que les podría ocurrir. Solo ha servido para que Obama quedara como un estúpido», ha añadido.

El presidente electo, finalmente, ha concluido que Siria «en cualquier caso, es un desastre» y que, dado que «no es un país amigo», Estados Unidos «no debería tener nada que ver con esto». «No es nuestra lucha. Que ocurra lo que tenga que ocurrir. No nos involucremos», ha concluido.

 

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El Periodista