Irán comienza a restaurar uso de WhasApp tras más de dos años de suspensión
Este martes, los integrantes del Consejo Supremo del Ciberespacio ha votado de manera unánime a favor de eliminar las restricciones al acceso a "algunas plataformas extranjeras ampliamente utilizadas, incluidas WhatsApp y Google Play", según un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias Irna.
El Gobierno iraní ha dado este martes el primer paso para eliminar las suspensiones que pesan actualmente sobre el uso de la plataforma de mensajería WhatsApp en la república islámica desde septiembre de 2022 con el estallido de protestas sociales nunca vistas desde la Revolución de 1979 tras la muerte bajo custodia — presuntamente por llevar mal puesto el velo islámico — de la joven Mahsa Amini.
Las manifestaciones, que se saldaron con cientos de fallecidos y miles de detenidos, fueron atribuidas por las autoridades iraníes a elementos «desestabilizadores» y se desentendieron de toda responsabilidad por la muerte de Amini, que achacaron a problemas de salud. Sin embargo, el país tiene ahora a un presidente reformista, Masud Pezeshkian, que se ha comprometido a relajar las restricciones sociales que hasta ahora había en vigor.
Este martes, los integrantes del Consejo Supremo del Ciberespacio ha votado de manera unánime a favor de eliminar las restricciones al acceso a «algunas plataformas extranjeras ampliamente utilizadas, incluidas WhatsApp y Google Play», según un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias Irna, en lo que supone el comienzo de los procedimientos para el levantamiento de la suspensión.
«Acabamos de dar el primer paso para eliminar las restricciones de Internet con empatía y consenso», ha hecho saber el ministro de Telecomunicaciones de Irán, Sattar Hashemi, en su cuenta de la red social X. «Agradezco el seguimiento del Presidente y el apoyo de los medios y activistas, y necesitamos este apoyo y empatía más que nunca», ha añadido.
Previamente, el ministro había explicado que más del 83% de los usuarios iraníes emplean herramientas para saltarse los filtros impuestos por las autoridades, lo que provoca una enorme ralentización de las comunicaciones digitales en el país y dificultan a las autoridades la investigación de ataques informáticos.