Relatora de ONU para los DDHH en Palestina recomienda suspensión de relaciones con Israel
"Hay una probabilidad muy fuerte de que este orden mundial que hemos logrado después de 75 años esté comenzando a romperse y pueda acabar careciendo de la fortaleza para resistir este golpe que viene de todos los lados", ha avisado la relatora, quien volvió a describir como "un genocidio" la operación israelí en el enclave.
La relatora de Naciones Unidas en los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, ha pedido a los Estados miembro de la organización que suspendan todas sus relaciones con Israel para forzar un alto el fuego en la guerra de Gaza.
Albanese es una de las voces más enérgicas dentro de los expertos de Naciones Unidas en contra de la campaña de Israel en el enclave palestino y aliados del Gobierno israelí, como Estados Unidos, han llegado a acusar a la experta de antisemitismo, según denunció esta semana la embajadora norteamericana ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
En una entrevista con el portal de información de la ONU, Albanese insiste en que la campaña isreli es «una conducta dirigida a destruir la posibilidad de vivir en Gaza y también a infligir sufrimiento físico y mental, con la intención de producir esta destrucción».
La relatora ha esgrimido que el derecho a la autodefensa que enarbola Israel no se aplica a estas condiciones. «Israel tiene el derecho de protegerse en su territorio, de proteger a sus ciudadanos y ciudadanas, pero no tiene el derecho de hacer la guerra a la población ocupada, a la población que mantiene bajo ocupación desde 1967», ha declarado.
«Hay una probabilidad muy fuerte de que este orden mundial que hemos logrado después de 75 años esté comenzando a romperse y pueda acabar careciendo de la fortaleza para resistir este golpe que viene de todos los lados», ha avisado la relatora, quien volvió a describir como «un genocidio» la operación israelí en el enclave.
En la entrevista, Albanese interpreta que la masacre de 1.200 israelíes a manos de las milicias palestinas el 7 de agosto ha representado una «oportunidad» para que el Gobierno israelí «avance en su plan de conquista del territorio que queda de Palestina y donde habitan los palestinos como una forma de venganza».
La relatora, lamenta por último en este sentido, que «la comunidad internacional está dividida y no tiene una intención seria en la resolución de este conflicto, una resolución que implica aplicar el derecho Internacional como está escrito y que hoy implica sancionar Israel».
«Hay que suspender», añade, «las relaciones económicas, políticas, diplomáticas, militares, estratégicas con ese Estado que está, no solamente continuando una ocupación ilegal, ilegítima e inmoral, sino que está también cometiendo un genocidio contra los palestinos y está también atacando de manera feroz a Naciones Unidas». (Europa Press)