Condenados a 78 y 59 años de cárcel asesinos confesos de concejala brasileña

Al leer la sentencia, la jueza Lúcia Glioche ha destacado que ninguna condena servirá para tranquilizar a las familias, pero que es una respuesta importante de cara a la impunidad de los criminales. "La justicia a veces es lenta, ciega, estúpida, injusta, equivocada. Pero llega".

La Justicia de Brasil ha condenado este jueves a más de 78 y 59 años de cárcel, respectivamente, a los expolicías Ronnie Lessa y Élcio Queiroz, asesinos confesos de la concejala brasileña Marielle Franco y de su conductor, Anderson Gomes, en 2018, después de que firmaran un acuerdo de colaboración.

El jurado de Río de Janeiro, compuesto por siete miembros, a sentenciado a 78 años, nueve meses y 30 días a Lessa y a 59 años, ocho meses y diez días a Queiroz, al considerarles culpables de doble homicidio triplemente calificado (móvil del crimen, emboscada y recurso que dificultó la defensa de la víctima), intento de asesinato contra la asesora de Franco, Fernanda Chaves, y por obtener de forma ilegal el vehículo usado el día del asesinato.

Ambos también ha ordenado pagar una pensión al hijo de Gomes, Arthur, hasta que cumpla 24 años, y una indemnización de 706.000 reales (112.000 euros) en concepto de daños morales a cada una de las víctimas: el hijo de Gomes; su viuda, Ágatha Arnaus; la madre de la concejala, Marinete Silva, y su viuda, Mónica Benicio, según ha informado Agencia Brasil.

Esta última ha celebrado que «después de seis años y siete meses de lucha por la justicia» los «ejecutadores» de Franco y Gomes «han sido finalmente condenados»: «Ver a Lessa y Queiroz condenados devuelve la esperanza en la justicia de los hombres. Ninguna sentencia es reparadora. Ninguna condena repara la ausencia. Lo que siento no es felicidad, sino alivio al ver, por primera vez, algo de materialidad y responsabilidad en todo esto», ha publicado en su perfil de la red social X.

Al leer la sentencia, la jueza Lúcia Glioche ha destacado que ninguna condena servirá para tranquilizar a las familias, pero que es una respuesta importante de cara a la impunidad de los criminales. «La justicia a veces es lenta, ciega, estúpida, injusta, equivocada. Pero llega. Incluso para los acusado que piensan que nunca serán castigados. La justicia llega a los culpables y les quita el derecho más importante después de la vida que es la libertad», ha declarado.

El caso se ha sustentado en las declaraciones del autor material de los disparos, Lessa, a quien el consejero del Tribunal de Cuentas de Río de Janeiro, Domingos Brazao y su hermano, el diputado por Unión Brasil Joao Francisco ‘Chiquinho’ Brazao, contrataron para llevar a cabo el crimen por las denuncias de Franco de los intereses inmobiliarios de grupos armados que operan en Río.

La explotación inmobiliaria es actualmente uno de las principales entradas de financiación del crimen organizado en Río de Janeiro, por lo que Marielle era vista como una piedra en el zapato por parte de las bandas criminales. Queiroz, por su parte, conducía el coche que siguió a la concejala brasileña.

El asesinato de Franco en marzo de 2018 conmocionó a buena parte de la sociedad brasileña. Afrodescendiente, bisexual y activista destacada por la defensa de los derechos de las minorías, fue acribillada a tiros cuando circulaba en coche por el centro de Río de Janeiro tras participar en un acto con mujeres.

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El Periodista