Una buena noticia en gestión hospitalaria
Por Osvaldo Artaza Decano Facultad de Salud y Ciencias Sociales Universidad de Las Américas.
Estamos acostumbrados a recibir malas noticias desde el ámbito hospitalario público: listas de espera, acusaciones de maltrato o de negligencia y un largo etcétera. En este contexto es muy grato relevar una muy buena noticia que traduce el esfuerzo cotidiano de miles de trabajadores de la salud, y sus muchas historias de éxito y de coraje.
Desde inicios de 2022 se comenzó a desarrollar en siete hospitales una experiencia piloto denominada Centros Regionales de Resolución (CRR), cuyo objeto es aumentar la actividad quirúrgica e impactar en los tiempos de espera. Esta iniciativa se basó en recomendaciones de distintos estudios, tales como el de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad que daban cuenta de la baja utilización en nuestro país de los pabellones de cirugía.
En Chile los quirófanos realizan en promedio 750 cirugías al año mientras que los países OCDE se acercan al doble. Las cirugías mayores ambulatorias son sólo el 30% cuando deben ser sobre el 60%. En base a esta realidad, la estrategia de los CRR se basa en una mayor inversión, pero por sobre todo en medidas de gestión tales como planificación dinámica, continua y participativa, indicadores inteligentes y retroalimentación permanente para la mejora, junto a decisiones prácticas y lógicas, como destinar pabellones exclusivos a cirugía mayor ambulatoria, horarios flexibles y comenzar diariamente la actividad al menos media hora antes.
El éxito fue rápido e indiscutible, lo que explica que actualmente sean 23 los hospitales que cuentan con dichos centros. Recientemente el Ministerio de Salud, a dos años del inicio de esta estrategia, dio a conocer los resultados. Las cifras son contundentes: en un 32% aumentaron todas las cirugías mayores electivas, con un aumento de un 42% de las cirugías mayores ambulatorias y con una disminución de un 32% del uso de recursos.
Esta experiencia muestra de forma categórica que inversiones bien planificadas y controladas, asociadas a medidas de gestión persistentes dan excelentes frutos. Por una parte, adelanta las mejoras que se producirían si se cambiaran los rígidos y anticuados marcos legales y reglamentarios que limitan la gestión hospitalaria. Pero por otra, nos dicen que la falta de necesarias reformas no es excusa para intentar, aún en el difícil contexto actual, estrategias tales como la exitosa iniciativa de Centros Regionales de Resolución.
