Un Nobel de la Paz para tiempos de guerra
Para la edición de 2024, se han presentado 286 candidaturas, de las cuales 197 corresponden a individuos y las 89 restantes a organizaciones. El plazo de presentación se cerró a fines de enero, ya que se trata de un proceso lento sujeto a cribas y análisis que tarda más de ocho meses en resolverse.
El Comité Noruego anunciará este viernes su veredicto sobre el premio Nobel de la Paz, un galardón que llega este año en plena escalada del conflicto en Oriente Próximo y con el objetivo de reconocer los esfuerzos de personas o entidades en aras de un mundo mejor, tal como hizo en 2023 con la activista iraní Narges Mohamadi.
Para la edición de 2024, se han presentado 286 candidaturas, de las cuales 197 corresponden a individuos y las 89 restantes a organizaciones. El plazo de presentación se cerró a fines de enero, ya que se trata de un proceso lento sujeto a cribas y análisis que tarda más de ocho meses en resolverse, y los organizadores no divulgan la lista en detalle hasta pasado medio siglo.
El palmarés se inició en 1901 con el fundador de Cruz Roja, Henry Dunant, y el activista Frédéric Passy y suma ya 104 ediciones –no se ha entregado el premio en 19 ocasiones, la última de ellas en 1972–. Treinta organizaciones y 111 individuos han recibido el Nobel de la Paz, un premio sobre el que no cabe revisión ‘a posteriori’.
Técnicamente, no existen vetos a las candidaturas, de tal manera que pueden ser propuestos para el premio líderes que objetivamente hayan actuado incluso en contra del respeto de los Derechos Humanos. Joseph Stalin y Adolf Hitler son, de hecho, las dos personas que más candidaturas acumulan en los documentos históricos ya conocidos.
Entre los pocos nombres que han trascendido como candidatos en 2024 está el del expresidente estadounidense Donald Trump, según reveló en enero una congresista republicana impulsora de la iniciativa.
El galardón no puede ser concedido a título póstumo y sólo en una ocasión, en 1973, alguien rechazó el premio: el político vietnamita Le Duc Tho declinó el galardón que el Comité Noruego le concedía junto al estadounidense Henry Kissinger por la negociación del acuerdo de paz, apelando a la situación política interna del país asiático.
POSIBLES OPCIONES
El Comité Noruego se fijó en 2023 en la activista Narges Mohamadi como símbolo de la «lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha para promover los Derechos Humanos y la justicia para todos». Mohamadi no pudo acudir en diciembre a la ceremonia oficial por estar presa, ya que de hecho ha pasado la mayor parte de las últimas dos décadas entre rejas.
En las casas de apuestas figuran para este viernes otros nombres como el presidente de Ucraia, Volodimir Zelenski, el secretario general de la ONU, António Guterres, la opositora bielorrusa Svetlana Tijanovskaya, si bien el jurado no siempre recurre a las figuras más reconocidas, como apuntan los expertos en listas paralelas.
El director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO), Henrik Urdal, plantea poner el foco en el sistema democrático «en un año en el que más de la mitad de la población mundial vive en un país llamado a votar». Dado que los observadores juegan un papel central en todo ese proceso, cree que un premio a la oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) enviaría un «potente mensaje».
La lista de opciones de Urdal incluye además las Salas de Respuesta de Emergencia organizadas a nivel local en Sudán para atajar las graves carencias humanitarias desatadas en plena guerra, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) o el Consejo de Europa.
En el ámbito de Oriente Próximo, cita a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y su principal responsable, Philippe Lazzarini, y propone también a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que tiene entre sus múltiples procesos pendientes uno contra Israel por la posible comisión de genocidio en la Franja de Gaza.
Lo que sí está claro ya es cuándo y dónde se formalizará la concesión del Nobel: la ceremonia de entrega tendrá lugar el próximo 10 de diciembre en Oslo. También el dinero que recibirán los vencedores: 11 millones de coronas suecas, algo más de 960.000 euros.