Natura cumple 10 años como empresa B y obtiene el certificado por cuarta vez consecutiva
Lo más destacado de la puntuación fueron los progresos realizados en la generación de ingresos y en las iniciativas destinadas al bienestar de las Consultoras de Belleza de la marca.
En el año en que celebra una década como Empresa B, Natura anuncia su certificación con el sello B Corp por cuarta vez consecutiva. La primera certificación tuvo lugar en 2014, cuando Natura se convirtió en la primera empresa cotizada en bolsa del mundo en recibir el sello. El reconocimiento es otorgado por B Lab, una organización independiente y sin fines de lucro que forma parte del Movimiento B – una comunidad global que tiene como objetivo transformar la economía a través de negocios más inclusivos, equitativos y regenerativos.
“Natura tiene una historia consolidada de prácticas dirigidas al crecimiento económico combinado con el bienestar social y ambiental y, en la última década, ha intensificado sus esfuerzos para ampliar y mejorar las iniciativas dirigidas a apoyar toda su cadena de valor. Creemos que en un escenario tan desafiante como el actual, en el que el mundo entero se enfrenta a los efectos negativos de la acción humana sobre el planeta, necesitamos trabajar colectivamente para transformar esta realidad e impulsar una forma diferente de hacer negocios, en la que el beneficio y el propósito puedan estar en equilibrio. El concepto de sustentabilidad ya no es suficiente para abordar la restauración de lo que ya ha sido degradado. Por eso hemos adoptado la regeneración como estrategia», afirma Ana Costa, vicepresidenta de Reputación, Legal, Sustentabilidad y Comunicación Corporativa.
Cada tres años, periodo durante el cuál tiene lugar el proceso de certificación, se examinan los resultados medioambientales y sociales de la empresa y su gobernanza dentro de cinco pilares: Gobernanza, Colaboradores, Medio Ambiente, Clientes y Comunidad. También se tienen en cuenta aspectos que B Lab denomina Modelos Empresariales de Impacto (IBM). Natura es una de las pocas empresas del mundo que destaca en seis Modelos de Negocio de Impacto: Mitigación de la Pobreza en la Cadena, Conservación del Suelo y la Fauna, Microdistribución, Desarrollo de los Empleados, Reducción de Toxinas y Estatuto B.
El principal diferencial de Natura en la certificación de este año fue el pilar Comunidad, que evalúa cómo las empresas interactúan e impactan positivamente en la sociedad en términos de inclusión, diversidad, justicia social y desarrollo económico, una forma de medir el impacto que va más allá de las operaciones directas de la empresa. Natura vio un aumento del 32% en su puntuación para este pilar en comparación con la evaluación de certificación realizada en 2020, y parte de esta evolución se debe al desempeño de IBM Microdistribución. Conectado a la evolución de los ingresos e iniciativas a favor de las Consultoras de Belleza, el crecimiento en este aspecto es reflejo de las inversiones de Natura para crear un ecosistema capaz de promover el desarrollo de millones de mujeres, apoyando el emprendimiento, la generación de ingresos y fomentando la independencia financiera. También podemos destacar la relación de la marca con las comunidades y familias agroextractivistas de la Amazonia. A través del Programa Natura Amazonia, la empresa proporciona capacitación, recursos financieros, inclusión digital y acceso a la tecnología para que la población local pueda operar a través de una gestión sostenible y regenerativa de forma competitiva y a precios justos. Solo en 2023, Natura destinó cerca de 42,8 millones de reales en recursos a las poblaciones amazónicas, impactando positivamente en más de 10.000 familias.
Evolución constante
Para obtener la certificación, las empresas tienen que someterse a un análisis exhaustivo. Incluso es necesario que las empresas formalicen en sus estatutos su compromiso de generar valor para la sociedad, y no sólo para los accionistas. En 2024, Natura logró 135 puntos en su evaluación. Para obtener la etiqueta B Corp, las empresas deben alcanzar al menos 80 puntos.
Según Ana Costa, el proceso de evaluación de B Lab se vuelve más complejo y exhaustivo con cada nuevo ciclo de certificación. «El cuestionario se actualiza de acuerdo con el contexto global, desafiando a las empresas a evolucionar en sus viajes ESG. Es una forma de seguir animando a las empresas a crear, reforzar o ampliar estrategias empresariales que tengan implicaciones positivas para la sociedad y el planeta, además de servir de herramienta para identificar oportunidades de mejora y, sobre todo, de innovación», explica.
La empresa lanzó recientemente su nuevo plan de transición climática para reducir a cero las emisiones de carbono (alcances 1 y 2) y reducir las emisiones de alcance 3 en un 42% para 2030. Los objetivos públicos también incluyen la protección y regeneración de la biodiversidad, ampliando su área de conservación de biomas de 2,2 millones a 3 millones de hectáreas. Además, la empresa también se está movilizando a favor de la economía circular y de una mejor gestión de los residuos, con el objetivo de que el 100% de sus envases sean reutilizables, reciclables o compostables -a día de hoy, esta cifra se sitúa en el 86,2%- y de alcanzar un nivel de biodegradabilidad de las fórmulas del 95%, algo que ya se ha conseguido.
En cuanto al pilar de los derechos humanos, Natura ya ha eliminado las diferencias salariales entre hombres y mujeres y está intentando incluir en los puestos directivos a un 30% de profesionales de comunidades socialmente infrarrepresentadas. La empresa también viene promoviendo la igualdad de género mediante el fomento de la corresponsabilidad, la lucha contra la violencia de género y el liderazgo femenino, en el que quiere alcanzar el 50% de mujeres en estos puestos. Actualmente, la empresa ha alcanzado el 49,3%.