Huelga de transporte en Argentina paraliza trenes, aviones, camiones y barcos

El cese total de actividades fue impulsado por la Mesa Nacional del Transporte, integrado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (Ugatt), que aglutinan a numerosos gremios.

Los servicios de trenes, aviones, camiones y barcos están paralizados este miércoles en Argentina a raíz de una huelga nacional de 24 horas convocada por los gremios del sector contra el ajuste del Gobierno, medida de fuerza que es apoyada por otros rubros.

«Comenzó el paro de transporte», confirmó en las redes sociales el sindicato de Camioneros, uno de los más importantes del país.

El cese total de actividades fue impulsado por la Mesa Nacional del Transporte, integrado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt) y la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (Ugatt), que aglutinan a numerosos gremios.

Los sindicatos cuestionaron las políticas de ajuste del Gobierno que preside Javier Milei, al señalar que la actual gestión «decidió avanzar de forma unilateral con políticas públicas que afectaron el salario y los derechos laborales de los trabajadores».

Se suman al paro nacional la Fraternidad (gremio de maquinistas de trenes y locomotores), la Federación Marítima Portuaria y de La Industria Naval (Fempinra), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).

El paro nacional también cuenta con el respaldo de aeronavegantes, metrodelegados, motoqueros, taxistas y trabajadores viales.

El único sindicato de relevancia que no se adhirió a la huelga nacional es la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que convocó su propio paro para este jueves, tras fracasar las negociaciones con las cámaras empresarias para lograr un aumento salarial dentro de un período de conciliación obligatoria decretado por la Secretaría de Trabajo.

El paro de este gremio, que podría suspenderse si prospera una negociación que encaran por estas horas con autoridades del Gobierno, afectaría el servicio de autobuses en la capital argentina y en la zona metropolitana que conforman los 40 partidos de la provincia de Buenos Aires (este) adyacentes a la ciudad.

En estaciones de trenes de la capital argentina, el Gobierno difundió mensajes a través de las pantallas y los megáfonos mensajes contra el paro nacional.

«Los sindicalistas no te dejan trabajar»; «por una medida de fuerza de los gremialistas para apoyar sus privilegios, este miércoles no habrá servicios de transportes»; «si te obligan a parar, llamá al 134» son algunos de los mensajes que se divulgaron.

Los mismos avisos fueron difundidos a través de la aplicación Mi Argentina del Gobierno, utilizada para realizar trámites y acceder a los servicios digitales estatales.

APOYO INTERSECTORIAL

Pese a las advertencias del Gobierno, el paro tuvo un masivo acatamiento: dejaron de funcionar los servicios de transporte público y privado, se cancelaron casi todos vuelos previstos para la jornada, dejaron de circular camiones de carga por el territorio, y detuvieron su actividad los puertos y los barcos.

A la huelga, que también paralizó el servicio de metro de la ciudad de Buenos Aires, se suman gremios universitarios, agrupaciones estudiantiles y profesores de escuelas públicas, en conflicto con el Ejecutivo por la licuación de salarios y la falta de actualización presupuestaria para compensar la inflación.

Las dos ramas de una de las centrales obreras del país, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), también respaldan el paro nacional.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también presionó a favor de esta huelga con un paro de 36 horas que comenzó el martes y se extenderá durante todo este miércoles, para plegarse a la medida de fuerza de los sindicatos de transporte.

Movimientos sociales como la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) se suma al paro con 500 cortes de calles, asambleas y ollas populares en todo el país, aunque el epicentro de la protesta estará al sur de la capital argentina, en el barrio de Constitución.

El actual Gobierno ha enfrentado dos huelgas generales desde que asumió su mandato en diciembre, en el contexto de un ajuste fiscal que ha provocado que los ingresos pierdan poder adquisitivo.

El primer paro fue el 24 de enero y el segundo se realizó el 9 de mayo, con el apoyo de las dos centrales sindicales del país, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la CTA.

El Gobierno de Milei tiene por prioridad lograr el superávit fiscal y financiero para contener la inflación, lo que ha provocado un duro ajuste en las finanzas públicas que ha impactado de modo recesivo en la economía real, con la licuación de los salarios y una retracción de la actividad que contrajo 3,4 por ciento el producto interior bruto en el primer semestre.

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El Periodista