Acusan de estafa y expulsan de la Iglesia a «sanadora» rosarina que vino a Chile en enero

Leda Bergonzi, una sanadora rosarina que alcanzó notoriedad por sus supuestos poderes curativos, se convirtió en un fenómeno de masas, congregando multitudes en Rosario y Chile, cuando estuvo en enero pasado, con  un gran despliegue mediático.

Sin embargo, en septiembre de 2024, su ascenso se vio frenado cuando el Arzobispado de Rosario le prohibió continuar sus prácticas religiosas, argumentando que la imposición de manos es una prerrogativa de los sacerdotes.

A esto se sumaron denuncias de estafa por parte de su exproductor y acusaciones de la diputada Amalia Granata por recibir fondos del gobierno provincial para sus eventos, señaló el diario La Nación de Buenos Aires.

Bergonzi contrató al abogado Fernando Burlando y contraatacó con una denuncia judicial contra su exproductor. No obstante, las acusaciones sobre irregularidades financieras en su fundación y su ruptura con la Iglesia continuaron alimentando la controversia.

A Bergonzi, entre otras cosas y además de la estafa, se la acusa de captación de personas vulnerables e irregularidades financieras por el manejo poco transparente de las donaciones y los fondos recaudados en sus ceremonias. Además, se señala que su fundación, Soplo de Dios Viviente, no está registrada oficialmente.

En respuesta, Leda ha defendido sus prácticas, afirmando que puede continuar imponiendo manos en otras diócesis. El caso ha generado un profundo debate sobre los límites de las prácticas religiosas y el manejo financiero en el ámbito espiritual.