Johan Pérez, «el talento»: de un fugaz paso por la TV al narcotráfico
El humorista ovallino de 40 años es uno de los 23 narcotraficantes que integraban la banda que fue liberada por el juez de garantía de Ovalle.
El ovallino Johan Pérez de 40 años, conocido por su estilo desenfadado y chispeante cuando fugazmente pasó por programas de TV, fue uno de los 23 detenidos en Ovalle en una causa de narcotráfico que se abrió tras un año y medio de pesquisas de la PDI y que el juez dejó en libertad bajo fianza.
En la acción policial del pasado 26 de agosto se intervinieron 28 domicilios, incautando más de 1.600 kilos de cannabis, armas, municiones, vehículos, más de $283 millones de pesos y 4.500 dólares de dinero en efectivo.
Si bien la Corte de Apelaciones revocó la decisión del juzgado de garantía y ordenó la detención de los 23 integrantes de la banda, supuestamente liderada por Pérez, solo uno fue capturado. Los restantes, entre ellos «el talento», siguen prófugos.
¿Quién es «el talento»?
Pérez destacó entre 2012 y 2014 como una de las figuras emergentes del humor nacional, pero su carrera terminó abruptamente.
Participó, en esos años, con dispar suerte en el desaparecido programa de Mega Coliseo Romano: la revancha. Luego se fue Talento Chileno, El elegido, programa conducido por Rafael Araneda, donde fue finalista, pero no pudo llegar a Viña 2015, y Hazme Reír. Sin embargo, nunca consiguió destacar.
En la actualidad, según la investigación, «el talento» comanda esta red de producción y venta de marihuana, llegando a tener grandes plantaciones con miles de plantas a su haber.
«No obstante, este negocio ilícito lo escondía detrás de una fachada de un growshop, importando semillas de cannabis desde el extranjero para su comercialización en dicha tienda. Aunque es legal importar semillas de marihuana, se requiere contar con una autorización especial del SAG, lo cual Pérez no cumplía, pasándolas por contrabando y evadiendo el control de Aduanas», señala La Tercera.
Según las autoridades, el humorista habría aprovechado su fama y su agenda de giras para coordinar sus operaciones ilegales, manteniendo un bajo perfil en el mundo del crimen.