La planta, ubicada en la comuna de Talcahuano, Región del Biobío, generaba más de 20 mil empleos directos e indirectos y aportaba beneficios económicos en la zona, que ahora ve con preocupación su futuro.
Si bien en un inicio la empresa, propiedad de la Corporación Aceros del Pacífico, culpó de su situación a una supuesta competencia desleal de China, que vendería por debajo del costo de producción, la realidad demostró la existencia de una mala administración financiera.
El presidente del Sindicato número dos, Fernando Orellana, quien estuvo junto al último turno en el momento del apagado, aseguró no haberse imaginado jamás que llegaría el día del cierre de Huachipato.
Hoy también dejó de funcionar la colada, el proceso por medio del cual se solidifica y enfría el acero.
Trabajadores del lugar declararon a Radio Biobío que la acería fue todo para ellos y sus progenitores y señalaron la necesidad de reinventar sus vidas.
Este lunes también se presentó un plan gubernamental de 32 puntos destinado a resarcir los daños e impulsar la economía de esa región, buscar la recontratación de los despedidos, acelerar la inversión pública y privada y recuperar la producción nacional de acero.
Conocido como “Plan Grau”, por el nombre del Ministro de Economía, Nicolás Grau, quien encabezó el equipo responsable de su elaboración, se propone mitigar el impacto inmediato de la clausura de la siderúrgica y recuperar el sector productivo a corto y mediano plazos.
No obstante, diversos involucrados en el problema criticaron la falta de medidas concretas de tipo financiero y la abundancia de generalizaciones sin una expresión en la práctica.
Carolina Parada, representante de la principal corporación que agrupa a las empresas productivas y de servicios del Biobío, llamó al Gobierno a pasar pronto del papel a la acción e instalar una administración sólida que garantice resultados.
