Tomar café en Marilda: un imperdible en Brasilia

Ubicado en el corazón de un barrio típico de la ciudad, no solo ofrece una experiencia cafetera de primera clase, sino que también es un rincón familiar que encapsula la calidez y la hospitalidad de Brasil.

 

Cuando se visita Brasilia hay un destino que los amantes del café y los desayunos suculentos y sabrosos no pueden dejar pasar: Marilda.

Este encantador lugar, ubicado en el corazón de un barrio típico de la capital de Brasil, no solo ofrece una experiencia cafetera de primera clase, sino que también es un rincón familiar que encapsula la calidez y la hospitalidad de Brasil.

Marilda es un punto de encuentro donde los sabores y los aromas se entrelazan con las historias de sus visitantes.

Nosotros, un grupo de periodistas de Chile y Argentina invitados por Embratur, visitamos el lugar una mañana de domingo. Fuimos los primeros en llegar, cuando ya la cocina estaba trabajando desde las 6 de la madrugada, ultimando los detalles para recibir a las familias del ala norte de la capital del Brasil.

Ana, la nieta de Marilda

Historia

Fundada por Marilda Ribeiro hace más de dos décadas, este establecimiento ha logrado mantenerse fiel a sus raíces, ofreciendo café de origen brasileño cuidadosamente seleccionado y tostado en casa.

De hecho, alrededor de las mesas la nieta de Marilda y continuadora del legado de su abuela, Ana, ha emplazado varios arbustos de café con frutos a la vista de los visitantes.

Cada taza cuenta una historia: desde las montañas de Minas Gerais hasta la mesa del cliente, pasando por manos de agricultores que trabajan con dedicación para producir granos de la más alta calidad. Ana nos agasajó con un café de 88 puntos, un orgullo de Marilda, por su suavidad y calidad.

El ambiente acogedor del lugar es uno de sus mayores atractivos. Me conecto con las nuevas generaciones que le sacan brillo a los productos naturales y reviven el café da manhä», dice la periodista argentina Adriana Balaguer de Radio Rivadavia.

Con una decoración que mezcla lo rústico y lo moderno, el local invita a relajarse y disfrutar de una pausa en el ritmo acelerado de la vida en la capital de Brasil.

Durante la pandemia, además, se amplió al jardín, donde emplazó varias mesas, en medio de una vegetación exhuberante.

Pero y vale la pena reiterarlo, el verdadero secreto de Marilda y de Ana en particular es su pasión por el café.

Desde el tradicional café filtrado hasta opciones más contemporáneas como el espresso y el cold brew, cada bebida es preparada con esmero, utilizando técnicas que realzan las características únicas de cada grano.

Además, Marilda ofrece una selección de pasteles caseros y bocadillos que complementan a la perfección su oferta cafetera. Muy especialmente la Torta de maçä, una receta de la abuela Marilda.

Para los turistas, una visita a este lugar es una oportunidad de sumergirse en la cultura brasileña de una manera única. Aquí, el café no es solo una bebida; es una experiencia que une a las personas y crea recuerdos. Ya sea para una charla tranquila con amigos, una reunión de trabajo o simplemente para disfrutar de un momento de paz con un buen libro, Marilda se ha convertido en un punto de referencia en la escena cafetera de Brasilia.

Así que, en su próxima visita a la capital de Brasil, asegúrese de pasar por Marilda y escápese del hotel Tome un sorbo de café, disfrute del ambiente y permita que este lugar especial lo transporte a un Brasil más cálido y acogedor, uno en el que cada taza es un homenaje a la tradición y el arte del buen café.

La experiencia única no costará más de 15 dólares

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El Periodista