Nobel de la Paz Narges Mohammadi, herida durante protesta
Fuentes cercanas apuntan a que Mohammadi ha sufrido una "insuficiencia respiratoria" tras recibir un puñetazo en el pecho, además de un "fuerte dolor torácico" que supuso su desmayo. Así, ha sido trasladada a la enfermería, donde ha recibido tratamiento sin ser trasladada a un hospital.
La activista iraní Narges Mohammadi, premio Nobel de la Paz en 2023, ha resultado herida este viernes a manos de los guardias de seguridad de la cárcel de Evin durante una protesta contra la ejecución de Gholamreza Rasaei, un joven kurdo de 34 años condenado por el asesinato de un agente de la Guardia Revolucionario durante las manifestaciones de 2022.
El incidente se ha producido cuando varios guardias del centro penitenciario, en el que la activista se encuentra encarcelada, golpearon a las reclusas del pabellón de mujeres durante la protesta. «Se dio la orden de golpear y atacar a las mujeres, especialmente a las que estaban al frente de las protestas», ha explicado su familia en un comunicado.
Sin embargo, el centro penitenciario ha negado estas informaciones y ha afirmado que ninguna de las reas ha sido golpeada. Además, las ha acusado de agredir a varios guardias, según informaciones recogidas por la agencia iraní de noticias Tasnim.
Fuentes cercanas apuntan a que Mohammadi ha sufrido una «insuficiencia respiratoria» tras recibir un puñetazo en el pecho, además de un «fuerte dolor torácico» que supuso su desmayo. Así, ha sido trasladada a la enfermería, donde ha recibido tratamiento sin ser trasladada a un hospital.
«Estamos profundamente preocupado por su salud», ha insistido su familia. Mohammadi fue encarcelada en noviembre de 2021 y ha pasado gran parte de la última década de su vida en prisión. Su familia, que reside en París, ha dicho carecer de contacto con ella dado que se le ha prohibido realizar llamadas telefónicas.
A pesar de su encarcelamiento y de los problemas de salud a los que se enfrenta, Mohammadi ha seguido haciendo campaña y apoyando firmemente las protestas que comenzaron en septiembre de 2022 a raíz de la muerte bajo custodia de la joven Mahsa Amini, detenida por violar el estricto código de vestimenta islámica.
La activista iraní fue condenado de nuevo en junio a un año de prisión por difundir mensajes contrarios al régimen y realizar «propaganda contra el Estado», un fallo que se suma a la larga lista de cargos impuestos en su contra y que la ha llevado a ser condenada a doce años y tres meses de cárcel y 154 latigazos. (Europa Press)