El patriarca latino de Jerusalén pide un «alto el fuego»
"El camino está ahí pero no hay voluntad de recorrerlo a nivel institucional, requiere un liderazgo político y religioso que está en crisis", ha indicado Pizzaballa, en una entrevista con los medios vaticanos.
El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha reconocido que «no se puede hablar de paz en este momento» en medio de la guerra entre Israel y Hamás y ha pedido un «alto el fuego» aunque cree que falta «voluntad».
«El camino está ahí pero no hay voluntad de recorrerlo a nivel institucional, requiere un liderazgo político y religioso que está en crisis», ha indicado Pizzaballa, en una entrevista con los medios vaticanos, antes de la apertura del Encuentro de Rímini, según informa el portal oficial de la Santa Sede ‘Vatican News’.
El cardenal, que ha inaugurado el encuentro con la conferencia titulada ‘Una presencia para la paz’, ha subrayado la necesidad de «trabajar por el alto el fuego» e «interrumpir las operaciones militares para comenzar un proceso de curación».
La «esperanza», según ha precisado el patriarca, es una palabra necesaria en este momento, pero pide no confundir el significado de los términos. «La esperanza no significa que las cosas estén a punto de terminar, las perspectivas no son positivas a corto plazo. La esperanza es una actitud interior que nos permite ver con los ojos del Espíritu lo que los ojos humanos no ven», ha aclarado.
Mientras, según ha explicado el cardenal, la Iglesia local sigue comprometida en Gaza y Cisjordania para apoyar a la pequeña comunidad de unas 600 personas con la distribución de alimentos. También ha recordado el compromiso de abrir clínicas y una escuela cerrada desde hace un año.
En el marco del encuentro, en diálogo con el presidente de la Fundación Bernard Scholz, Pizzaballa, tras recordar sus 35 años de vida en Tierra Santa, ha advertido de que el actual es «un momento decisivo, con los diálogos en curso».
«La guerra terminará, espero que con las negociaciones se resuelva algo: tengo mis dudas, pero es el último tren», ha expresado, al tiempo que ha avisado del riesgo de «degeneración».
«El lenguaje del rechazo mutuo se ha convertido en un asunto cotidiano que se deja sentir en los medios de comunicación y es algo verdaderamente dramático», ha puntualizado, para insistir en su llamado al diálogo comunitario. (Europa Press)