Brasilia: Disfruta de un Atardecer Inolvidable en la Capital de uno de los países más maravillosos del mundo
Invitados por Embratur, con el objeto de conocer el Distrito Federal y luego el Estado del Rio Grande do Norte, en nuestra primera jornada pudimos disfrutar de las vistas, el atardecer y la gastronomía de esta ciudad construida en 1960.
Brasilia, la capital de Brasil, es conocida no solo por su innovadora arquitectura y diseño urbanístico, sino también por sus impresionantes atardeceres que capturan la atención de turistas de todo el mundo.
Ubicada en el corazón del país, esta ciudad que comenzó a la levantarse en 1956 ofrece múltiples lugares desde donde se puede disfrutar de vistas panorámicas que se llenan de color al caer la tarde.
Es nuestra primera jornada en el Distrito Federal, invitados por Embratur, pudimos comenzar a conocer las bellezas arquitectónicas y naturales, la gastronomía y todas las bondades de esta otra ciudad maravillosa.
Atardecer en el Distrito Federal
Uno de los mejores sitios para admirar el atardecer en Brasilia, nos dicen, es el Parque da Cidade Sarah Kubitschek.
Este extenso parque urbano, con sus amplias áreas verdes, lagos y senderos, se convierte en un escenario perfecto al atardecer. Aquí, los visitantes pueden relajarse y disfrutar del espectáculo del cielo transformándose en tonos naranjas, rosados y violetas, reflejándose en las tranquilas aguas del lago.
Otro punto destacado es el Pontão do Lago Sul, un área recreativa a orillas del Lago Paranoá. Desde aquí, se puede observar cómo el sol se oculta lentamente tras la vasta extensión de agua, creando un ambiente mágico. Los restaurantes y bares en el Pontão ofrecen una excelente oportunidad para disfrutar de una cena al aire libre o un cóctel mientras se contempla el atardecer.
Para quienes buscan una vista panorámica, la Torre de Televisión de Brasilia es una opción imperdible. Desde su mirador, se puede disfrutar de una vista de 360 grados de la ciudad, incluyendo sus iconos arquitectónicos como la Catedral Metropolitana, el Congreso Nacional y la Esplanada de los Ministerios, todos bañados por la luz dorada del sol poniente.
El Eje Monumental, la avenida principal de Brasilia, también ofrece varios puntos estratégicos para disfrutar del atardecer. Sentarse en las escaleras del Museo Nacional Honestino Guimarães o en la explanada del Congreso Nacional permite observar cómo la luz del sol cambia gradualmente el tono de los icónicos edificios blancos, resaltando la majestuosidad de la arquitectura de Oscar Niemeyer.
Si buscas una experiencia más exclusiva, hospedarte en el Hotel B es una excelente opción. Desde su terraza en el piso 16, puedes disfrutar de impresionantes vistas mientras saboreas una refrescante caipirinha. Esta combinación de un buen cóctel y una vista panorámica de la ciudad es la manera perfecta de terminar un día en la capital de Brasil. Desde ese lugar podrás admirar, además, la Torre de TV y el estadio Mané Garrincha.
B, un moderno edificio de 16 pisos diseñado por el renombrado arquitecto Isay Weinfeld, es el hotel más glamoroso de Brasilia, ubicado en el sector hotelero norte y se destaca por su elegancia y estilo.
Su majestad la trufa
Por la noche, te recomendamos cenar en Aroma, un restaurante especial que ha sido galardonado como uno de los mejores de la ciudad.
Con música en vivo y un ambiente acogedor, Aroma destaca por su excelente atención y su cocina creativa, que hace un magnífico uso de las trufas en una variedad de platos, desde entradas hasta platos principales y postres.
Este restaurante es el lugar ideal para disfrutar de una velada memorable en Brasilia, combinando alta gastronomía con una experiencia sensorial única. Nosotros probamos nos inclinamos por un Tornedor, Filete mignon a la parrilla con salsa de trufas negras, salsa marsala y tagliolini con fonduta de parmesano. También hay camarones trufados y si lo tuyo es la trufa no dejes de probar el helado con trufas, una delicia de sabores explosivos.
Brasilia, con sus cielos despejados y amplios horizontes, proporciona el entorno perfecto para disfrutar de atardeceres inolvidables y noches llenas de sabor y encanto. Cada rincón de la ciudad ofrece un ángulo único para vivir este espectáculo natural, convirtiendo el final del día en una experiencia verdaderamente mágica.
(continuará)