La policía detuvo esta madrugada a tres supuestos implicados en el homicidio de tres Carabineros ocurrido el 27 de abril en la localidad de Cañete.
Se trata de los hermanos Felipe y Yeferson Antihuen Santi, quienes serían los autores materiales del macabro hecho que terminó con la vida de los carabineros Carlos Cisterna Navarro, Sergio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid.
Los funcionarios fueron acribillados y luego sus cuerpos calcinados en la parte posterior del furgón policial en el que se trasladaban para revisar una cautelar judicial en la casa de Carlos Antihuen.
Hubo una tercera persona detenida, Nicolás Rivas Paillao, que habría participado en la organización del crimen.
Solo uno de los hermanos Antihuen Santi, quienes serían autores materiales, fue aprehendido en Cañete. El otro cayó en La Pincoya, comuna de Huechuraba, en la Región Metropolitana.
Otras dos personas, durante el operativo, fueron detenidas por delito flagrante y orden judicial pendiente.
El procedimiento ordenado por la fiscalía regional se dio en el marco de operativos realizados tanto en la Provincia de Arauco como en la región Metropolitana luego de cuatro órdenes de detención judiciales.
Según el fiscal nacional, Ángel Valencia, los persecutores tienen pruebas contundentes contra los tres detenidos.
Habría una cuarta persona, otro hermano Antihuen Santi, Tomás, que está siendo intensamente buscada por las policías en la zona de Cañete, debido a que logró escapar durante el operativo en que cayeron sus parientes.
La fiscalía admitió que los Carabineros fueron reducidos por un gran número de personas.
El móvil, según la fiscalía, sería el robo de armas y una represalia contra Carabineros.
En la detención de los tres sujetos se encontraron armas, pero no las que fueron sustraídas a los efectivos policiales.
Según la fiscalía el crimen no tiene vinculación con reivindicaciones mapuche sino que con organizaciones criminales que lucran en la zona sur del país. Sí, tuvieron algún grado de participación en el grupo Resistencia Mapuche Lafkenche.
Los cuatro involucrados, de acuerdo a Roberto Garrido, fiscal jefe en este caso, se dedicaban al robo con intimidación, pero solo uno de ellos tenía orden de captura y antecedentes.
Los sujetos pasarán hoy a control de detención y probablemente quedarán en prisión preventiva.