El presidente Gabriel Boric ha considerado este lunes que los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, que han dado la victoria al actual mandatario, Nicolás Maduro, «son difíciles de creer» y ha advertido de que su Gobierno no reconocerá «ningún resultado que no sea verificable».
«El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el Gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable», ha señalado.
El ministro de Exteriores chileno, Alberto van Klaveren, ha aclarado que se abstendrán de reconocer cualquier resultado que no sea verificable porque creen «que es importante esperar la opinión de los observadores internacionales, así como el examen de todas las actas, que deberán ser revisadas por la oposición».
Tras estas declaraciones, el jefe de la diplomacia venezolana, Yvan Gil, ha afirmado que la «incompetencia» de Boric «es la causa de desconocer que los hijos de Bolívar y de (Hugo) Chávez no» necesitan su «devaluado reconocimiento». «Aquí sí derrotamos el fascismo con votos y con apoyo popular, y además somos libres de tutelajes, cosa que lastimosamente su Gobierno no puede decir jamás. ¡Ocúpese de sus problemas! Acá ganamos, defendemos el triunfo y celebramos como verdaderos revolucionarios», ha aseverado.
Otros gabinetes latinoamericanos han sido críticos también con el proceso electoral, como es el caso de Perú que ha sostenido que «no aceptará la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano».
El ministro de Exteriores andino, Javier González-Olaechea, ha condenado «en todos sus extremos la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude por parte del Gobierno de Venezuela».
El presidente de República Dominicana, Rodrigo Chaves, ha «repudiado categóricamente» la proclamación de Maduro como presidente de Venezuela, al considerarla «fraudulenta». «Trabajaremos con los Gobiernos democráticos del continente y los organismos internacionales para lograr que se respete la voluntad sagrada del pueblo», reza un comunicado.