Suprema brasileña imputa a acusados de mandar matar a Marielle Franco
Franco, una destacada defensora de los derechos humanos y las minorías, fue asesinada la noche del 14 de marzo de 2018 en el centro de Río de Janeiro, y en el atentado también falleció Anderson Gomes, el conductor del vehículo en el que viajaba.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil aceptó el martes la denuncia contra los acusados de haber ordenado el asesinato de la activista y concejala de Río de Janeiro Marielle Franco, ocurrido en marzo de 2018.
El juez Alexandre de Moraes, relator del caso, aseguró que hay «fuertes indicios que posibilitan recibir la denuncia», y el resto de jueces votaron a favor, por lo que los sospechosos se convirtieron en imputados de forma unánime.
Los tres acusados más importantes son el diputado federal Chiquinho Brazão, su hermano y consejero del Tribunal de Cuentas de Río Domingos Brazão y Rivaldo Barbosa, que era el jefe de la Policía Civil cuando arrancaron las investigaciones.
Según la acusación, los dos hermanos políticos planearon la ejecución de Franco porque supuestamente entorpecía intereses económicos que ambos tenían en la zona oeste de Río, mientras que el comisario Barbosa se comprometió a encubrirlos y a bloquear la investigación.
También serán juzgados el agente de la Policía Militar Ronald Paulo de Alves, que vigiló los desplazamientos de Franco, y Robson Calixto Fonseca, más conocido como «Peixe», que fue quien entregó el arma usada en el asesinato.
Tras acatar la denuncia presentada por la Procuradoría General de la República, el proceso entrará ahora en fase de instrucción, con la recopilación de pruebas e interrogatorios de los imputados y testigos.
Franco, una destacada defensora de los derechos humanos y las minorías, fue asesinada la noche del 14 de marzo de 2018 en el centro de Río de Janeiro, y en el atentado también falleció Anderson Gomes, el conductor del vehículo en el que viajaba.
Los autores materiales del asesinato (Ronnie Lessa y Élcio de Queiroz) fueron detenidos un año después del asesinato y están presos desde entonces en cárceles de máxima seguridad a la espera de juicio.
Lessa, que permaneció en silencio durante años, decidió colaborar con la investigación recientemente y fue quien delató a los hermanos Brazão y a Barbosa.
