Serviu Activa Recursos de Emergencia para Socavón en Edificio Euromarina II en Reñaca
La situación sigue siendo monitoreada de cerca, y las autoridades trabajan para garantizar la seguridad y estabilidad de la zona afectada.
En respuesta al socavón que apareció en el edificio Euromarina II de Reñaca, el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) de Valparaíso, encabezado por el director regional Rodrigo Uribe, ha gestionado rápidamente los recursos necesarios para abordar la emergencia.
El incidente, ocurrido en la madrugada del domingo, movilizó al organismo a actuar con celeridad.
El procedimiento para la obtención de fondos se ha llevado a cabo a menos de 48 horas del deslizamiento de arena, mostrando la eficiencia de la respuesta institucional ante emergencias de este tipo. La gestión busca brindar apoyo integral para mitigar los daños y asegurar la zona, considerando las previsiones meteorológicas que indican posibles lluvias para el jueves y viernes.
«Hoy lunes, primer día hábil después de la emergencia en el edificio Euromarina II, hemos completado los trámites administrativos necesarios y gestionado los recursos extraordinarios para implementar las acciones que aseguren la estabilidad del área afectada,» señaló Uribe.
Plan de Acción
Los fondos gestionados permitirán elaborar un proyecto de mejora para el sector afectado, además de un peritaje exhaustivo que identificará las causas y responsabilidades del incidente. El objetivo es restaurar la seguridad del entorno y prevenir futuros deslizamientos.
Nuevos Descubrimientos en el Sitio
El equipo técnico de Serviu Valparaíso, compuesto por ingenieros civiles, constructores, topógrafos y especialistas en inspección sanitaria, realizó hoy una visita al área afectada. Durante la inspección, se descubrieron dos nuevas tuberías de aguas lluvias que no habían sido reportadas a Serviu.
Este hallazgo se suma a los hechos descubiertos el domingo, cuando se detectaron movimientos de tierra bajo una terraza del edificio, intervenciones no autorizadas en los colectores existentes y la presencia de un colector no registrado de aguas lluvias.
Todas estas intervenciones no fueron realizadas ni aprobadas por Serviu, lo que añade una capa de complejidad a la situación.
