Escritora bielorrusa Natalia Litvinova, II Premio Lumen de Novela por ‘Luciérnaga’

"Se trata de una voz deslumbrante y conmovedora, con la difícil cualidad de la sencillez. En la tradición de la mejor literatura rusa, pasa del realismo a lo mítico con naturalidad y sabe recurrir al humor y la ironía para narrar una historia que todavía no habíamos leído", ha señalado el jurado.

Natalia Litvinova, escritora bielorrusa afincada en Buenos Aires (Argentina), ha sido galardonada con el II Premio Lumen de novela, dotado con 30.000 euros y la publicación en todo el territorio de habla hispana, por la obra ‘Luciérnaga’.

La obra había sido presentada con el título ‘La niña de los brazos de acero’ y bajo el seudónimo de Darina. El jurado, compuesto por las escritoras Ángeles González-Sinde, Luna Miguel y Clara Obligado, la directora de la librería Rafael Alberti (Madrid), Lola Larumbe, y la directora literaria de Lumen, María Fasce, ha declarado ganadora la novela por unanimidad.

En esta edición se han recibido 549 manuscritos procedentes de Argentina (117), Colombia (22), Chile (18), España (326), Estados Unidos (17), México (42), Perú (2) y Uruguay (5).

«Se trata de una voz deslumbrante y conmovedora, con la difícil cualidad de la sencillez. En la tradición de la mejor literatura rusa, pasa del realismo a lo mítico con naturalidad y sabe recurrir al humor y la ironía para narrar una historia que todavía no habíamos leído», ha señalado el jurado.

En esta novela, la guerra y la emigración y la vida en Bielorrusia sirven como telón de fondo sobre el que se narran los recuerdos de una infancia marcada por el desastre de Chernóbil y la resistencia de las mujeres. «Es una novela luminosa y radiactiva», ha destacado el jurado.

A los 36 años, tras haberlo dejado con su pareja, Natalia regresa a casa de su madre, en Buenos Aires, y así emprende un viaje hacia un pasado entre dos mundos: el de su país de origen, Bielorrusia, en el que la autora nació pocos meses después de la explosión de la central nuclear de Chernóbil, en un momento de caos, pobreza y miseria, y el del país de acogida, Argentina, adonde la familia de Natalia emigró en 1996 en busca de un futuro mejor.

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El Periodista