El Papa pide un alto el fuego en Gaza y llama a trabajar por «una paz duradera»

"Hay que derribar los muros de la enemistad y del odio y hacer que Jerusalén se convierta en la ciudad del encuentro fraterno entre cristianos, judíos y musulmanes, protegida por un estatuto especial garantizado a nivel internacional", ha declarado.

El Papa ha pedido este viernes un alto el fuego en la Franja de Gaza al tiempo que ha llamado a trabajar por «una paz duradera» al conmemorar que hace una década los presidentes de Israel y Palestina, Simón Peres y Mahmoud Abbas, rezaron juntos por la paz en los jardines del Vaticano.

Francisco ha rezado en silencio al pie del olivo plantado hace diez años en los jardines del Vaticano por los presidentes israelí y palestino, tras constatar que desde hace meses hay «una creciente estela de hostilidad».

Junto a los embajadores ante la Santa Sede de Israel, Palestina, Ucrania y Rusia y 23 cardenales de la Curia Romana, el Pontífice, en silencio, ha vuelto a invocar la paz: «Toda guerra deja al mundo peor de lo que lo encontró», ha exclamado.

Como ya ha dicho en otras ocasiones, ha dejado claro que la guerra es un «fracaso de la política y de la humanidad» y «una derrota frente a las fuerzas del mal». Por ello, ha pedido a los presentes que no se engañen pensando que la guerra «puede resolver los problemas y conducir a la paz».

«Debemos ser críticos y estar vigilantes ante una ideología desgraciadamente dominante hoy en día, según la cual ‘el conflicto, la violencia y las fracturas forman parte del funcionamiento normal de una sociedad'», ha añadido.

No ha sido un encuentro de carácter político, pero el Pontífice ha puesto sobre la mesa la solución de los dos Estados como única vía para lograr una paz duradera. «Que los dos Estados, el de Palestina y el de Israel puedan vivir uno al lado del otro», ha pedido.

«Hay que derribar los muros de la enemistad y del odio y hacer que Jerusalén se convierta en la ciudad del encuentro fraterno entre cristianos, judíos y musulmanes, protegida por un estatuto especial garantizado a nivel internacional», ha declarado.

Francisco ha revelado que reza cada día por el fin de la guerra y que en su corazón están cristianos, judíos y musulmanes. Así ha reiterado su petición a Hamas para que libere a los rehenes capturados el pasado 7 de octubre, no sin antes reclamar que la población palestina sea protegida y reciba toda la ayuda humanitaria necesaria, sobre todo, la que vive en la Franja de Gaza.

«Hemos intentado tantas veces y durante tantos años resolver nuestros conflictos con nuestras propias fuerzas y también con nuestras propias armas; tantos momentos de hostilidad y oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas rotas; tantas esperanzas enterradas… Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ¡ayúdanos! Danos la paz, enséñanos la paz, condúcenos a la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones y danos el valor de decir: «¡nunca más la guerra!»; «¡con la guerra todo se destruye!». Infunde en nosotros el valor de realizar gestos concretos para construir la paz», ha agregado.

De esta manera, ha arremetido también contra las «luchas de poder entre distintos grupos sociales, los intereses económicos partidistas, y los equilibrios políticos internacionales» que buscan una paz solo aparente, huyendo de los problemas reales.

«En un tiempo marcado por trágicos conflictos, es necesario, en cambio, un renovado compromiso para construir un mundo en paz», concluido. (Europa Press)

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