El Papa pide al G7 prohibir uso de «armas autónomas letales»
En su intervención en la llamada sesión ‘outreach’, que da la palabra a los líderes de gobiernos externos al grupo de países más industrializados del mundo, Francisco ha reclamado que la inteligencia artificial no se olvide de la ética para que contribuya a generar una "cultura del encuentro" y no una "cultura del descarte".
El Papa ha pedido a los líderes políticos presentes en la cumbre del G7, que se celebra en Bríndisi (Italia) que prohíban el uso de las «armas autónomas letales», que operan sin la mediación humana en los conflictos bélicos, al tiempo que ha alertado del peligro de que la Inteligencia Artificial favorezca «la cultura del descarte».
En su intervención en la llamada sesión ‘outreach’, que da la palabra a los líderes de gobiernos externos al grupo de países más industrializados del mundo, Francisco ha reclamado que la inteligencia artificial no se olvide de la ética para que contribuya a generar una «cultura del encuentro» y no una «cultura del descarte».
«Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano –ha afirmado el Pontífice en su amplio discurso ante los líderes del foro intergubernamental–. En un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas armas autónomas letales para prohibir su uso, empezando desde ya por un compromiso efectivo y concreto para introducir un control humano cada vez mayor y significativo».
Francisco se ha convertido en el primer Pontífice en participar en el G7. En su discurso, ha señalado que la llegada de la inteligencia artificial representa una «auténtica revolución cognitivo-industrial», que contribuirá a la creación de un nuevo sistema social caracterizado por complejas transformaciones de época.
«Por ejemplo, la inteligencia artificial podría permitir una democratización del acceso al saber, el progreso exponencial de la investigación científica, la posibilidad de delegar a las máquinas los trabajos desgastantes. Pero, al mismo tiempo, podría traer consigo una mayor inequidad entre naciones avanzadas y naciones en vías de desarrollo, entre clases sociales dominantes y clases sociales oprimidas, poniendo así en peligro la posibilidad de una cultura del encuentro y favoreciendo una cultura del descarte», ha agregado.
Antes de pronunciar su discurso, ante todos los líderes políticos presentes, el Papa se ha reunido con los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y con el de Ucrania, Volodimir Zelenski, en el marco de los diez encuentros bilaterales en los que ha participado.
Según la Oficina de Prensa del Vaticano, Francisco, que ha llegado al resort de Borgo Egnazia a las 12:10 horas y, según informa Vatican News, ha sido recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Entre bromas, Meloni le ha dicho: «Aún estoy viva». «Somos dos», ha respondido Francisco. Y Meloni le ha respondido: «Será un día largo pero bonito».
El Papa ha comenzado su agenda política con un encuentro con la directora del FMI, Cristalina Georgiana, en un día en el que también se reúne con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canadiense, Justin Trudeau.
El Papa Francisco es uno de los protagonistas más esperados del G7, que concluirá este sábado 15 de junio en la localidad turística del sur de Italia. La jornada del Pontífice ha arrancado en el Vaticano con una audiencia privada con el presidente de la República de Cabo Verde, José Maria Neves. A continuación, ha tenido un encuentro con más de 100 cómicos de todo el mundo, entre ellos la española Cristina Castaño.
Francisco y Biden se verán en cambio en torno a las 19:00 horas del viernes, antes de que el Papa emprenda el regreso al Vaticano. La reunión privada con Biden será la última de una serie de encuentros que también incluirán al turco Recep Erdogan, al brasileño Lula da Silva, al argelino Abdelmadjid Tebboune o el keniata William Samoei Ruto. (Europa Press)