Brasil  (y por qué la gastronomía paulista es una de las mejores de Latinoamérica)

Ícono de cultura, moda y entretenimiento, durante algunos días me decidí -decidimos- recorrer los restaurantes y bares más emblemáticos de la famosa rival de Río de Janeiro.

(Por Montserrat Martorell) A casi cuatro horas en avión, desde Santiago de Chile, se encuentra una ciudad que no duerme.

La urbe, la más poblada de Brasil, es un importante centro financiero. Incluso, muchos dicen, es la mejor para hacer negocios en toda la región.

Ícono de cultura, moda y entretenimiento, durante algunos días me decidí -decidimos- recorrer los restaurantes y bares más emblemáticos de la famosa rival de Río de Janeiro.

  1. Tan Tan

Encabezado por los chefs Thiago Bañares y Caio Carvalhaes, Tan Tan ha logrado posicionarse en listas como Best Restaurants Bar Spirited Awards Regional y como parte del Top 10 de Tales of the Cocktail Foundation.

Esa información era importante porque lo que viví aquí se lo recomiendo a todos (ya una amiga brasileña me había dicho que aquí iba a comer el mejor ramen de la ciudad y así fue).

Bohemio y entretenido, llegar a TanTan es sumergirse en una experiencia completamente nueva. ¿Con qué me quedo? Con el ramen, por supuesto, los langostinos, el negroni y las empanadas, una especie de dumplings, bastante dulces, que nos llegaron directamente al paladar. También la torta de chocolate. ¡Un 10!

  1. Cora

Habíamos ido la noche anterior al concierto de Chico Buarque. Veníamos cargados de buenas y sanas emociones. Estábamos felices. Nos dirigimos a Cora con mucha intriga. Había un edificio, una puerta y un lugar que se abría frente a nuestros ojos. Entramos. Qué ganas de poder traducir todo lo que nos trajeron a la mesa, aquí haré el intento: bolinhos de berinjela (34 reales), quiabos, pasta de castañas e zahtar (35 reales) y terrine de fígado de pato e clementinas (35 reales). Ustedes pueden insistir con la tortilla, el calamar o el pez asado.

Acá todo es bueno. La carta de cocteles muy variada. Y por supuesto, no pueden irse sin haber probado el cora sour. Todos los tragos oscilan entre 32 y 55 reales. Qué manera de comer mariscos. El tiradito estaba increíble. Lo mismo las croquetas. Y los postres. Larga vida a los postres de Cora.

Estaba lleno de personas. Eso siempre es un buen indicio.

  1. Barda Dona Onça

Sencillo y entretenido, así podríamos definir a Dona Onça, bar que presenta una importante carta de coctelería y un lugar emblemático para hacer una pausa en medio del ajetreo paulista.

Destaco la mimosa, el lage sour, la pinga colada y el negroni, pero también puedes tomarte un dry martini o un Tom Collins. Todos cuestan entre 39 y 44 reales. Las caipiriñas, por supuesto, no fallan.

En la edición anterior de Viajes EP ya publicamos una crítica a su cerveza, ahora nos toca decir que es un lugar con encanto, con mística y magia, sobre todo por la cotidianeidad que ahí aparece.

Acá no hay artificios, no hay vanidades. Simplemente está el amor por la tradición.

Ricas las croquetas que nos sirvieron. ¿El resto de los productos? Fresco y entretenido. ¿Nuestros favorito? El tártaro de carne (82 reales) y la milanesa (82). Hay mariscos, hay papas fritas, hay postres que no vas a olvidar (como los churros con dulce de leche o el mousse de chocolate).

 

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El Periodista