Un amplio rechazó tuvieron en el país las declaraciones del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, quien aseguró que el crimen del ex teniente venezolano Ronald Ojeda, secuestrado y asesinado en Chile, se trataría de “una operación de falsa bandera» tramada por cuerpos de inteligencia chilenos y extranjeros con «intereses espurios».
Ojeda fue secuestrado en febrero pasado y su cuerpo apareció varios días después sepultado en una maleta, bajo una estructura de concreto, en una toma de Maipú.
La policía chilena detuvo a uno de los implicados y detectó que otro había huido hacia Caracas.
Las declaraciones del fiscal fueron calificadas como «gravísimas» por el presidente de la comisión de Seguridad del Senado, Iván Flores, quien instó al Gobierno de Venezuela a responder por ella “porque sabemos que en una dictadura nada es casual, que los poderes no son autónomos y lo que hay son escuderos de Maduro».
En términos similares refirió al tema el senador y expresidente de RN, Francisco Chahuán, quien señaló que era una prueba categórica que Venezuela no está dispuesta a colaborar en la investigación y que «tuvo que ver en la desaparición de Ojeda».
«Nosotros creemos que si existe algún antecedente tiene que aportarlo y si este no existe o no aportan ese antecedente, la verdad es que da para sospechar que efectivamente está tirando esta situación para desviar la atención de la real investigación que se está haciendo» dijo sobre el tema el diputado PS, Daniel Manouchehri.
Diego Schalper, de RN, instó al presidente Boric a llamar en consulta al embajador Jaime Gazmuri.