Tradicional Club de la Unión de la Alameda se va a la quiebra

La Corporación Club de la Unión de Santiago solicitó someterse a un procedimiento de reorganización concursal para evitar su liquidación forzosa.

Ello luego que el 21 de febrero de este año dos exfuncionarios pidieran al 14º Juzgado Civil de Santiago declarar la quiebra de la entidad, exigiendo el pago de $180 millones en prestaciones laborales.

La entidad tiene en comodato hasta 2099 la operación del edificio de Alameda 1091, que es propiedad de Unión Inmobiliaria. Monumento nacional, el inmueble fue construido en 1925.

Breve historia

Fundado en 1864, el Club de la Unión de Santiago era uno de los establecimientos más prestigiosos y emblemáticos de la capital.

Ubicado en el corazón de la ciudad, en el histórico edificio de estilo neoclásico de la calle Alameda, este club social fue testigo y partícipe de innumerables eventos significativos en la historia de Chile.

El Club de la Unión no solo era un espacio de encuentro para sus distinguidos socios, sino también un referente cultural y social que supo adaptarse a los cambios a lo largo de sus 160 años de existencia. Con un enfoque en la excelencia y la exclusividad, el club ofrece una amplia gama de servicios que incluyen restaurantes de alta cocina, salones para eventos, actividades recreativas y culturales, además de ser un lugar propicio para la realización de importantes encuentros empresariales y políticos.

En el ámbito gastronómico, el Club de la Unión se destaca por su oferta culinaria de primer nivel, con menús que combinan tradición y modernidad, preparados por chefs de renombre. Sus salones de eventos, con una arquitectura y decoración que evocan épocas pasadas, son elegidos para la realización de bodas, banquetes, y reuniones de alto nivel, brindando un marco incomparable para cualquier tipo de celebración.

Además de su función como centro social y gastronómico, el Club de la Unión se ha comprometido con el desarrollo cultural, organizando conferencias, exposiciones de arte y eventos musicales que contribuyen a la vida cultural de Santiago. Sin embargo, el progresivo abandonó del centro de las principales empresas, ha mermado la asistencia a sus salones.