Rubiales insiste en que el beso a seleccionada española fue «una manifestación de euforia» y niega «ánimo sexual»
Pide que declaren sus hijas en el juicio y que se aporte la lectura de sus labios antes del beso a Jennifer Hermoso.
La defensa del que fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha pedido la absolución del exdirectivo asegurando que el beso que propinó a la futbolista Jennifer Hermoso fue «una manifestación de euforia», negando que existiese «ánimo sexual» en su conducta o que coaccionase posteriormente a la jugadora para que variase su versión de los hechos.
Así se desprende de su escrito de defensa, recogido por Europa Press, en el que su letrada incide en que el beso se produjo en un estado de «máxima alegría y satisfacción por el extraordinario triunfo deportivo de la Selección Española Femenina de Fútbol» en el Mundial de Sidney, descartando que Rubiales actuase con «ánimo libidinoso».
Cabe recordar que la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide condenar a 2 años y 6 meses a Rubiales: 1 año de prisión por un delito de agresión sexual y 1 año y 6 meses por un delito de coacciones en concepto de autor. Fue el pasado mes de enero cuando el juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, propuso juzgar a Rubiales al considerar que el beso a la jugadora «no fue consentido» y que el exdirigente actuó de forma «unilateral y sorpresiva».
Su representación repasa lo ocurrido «durante la celebración de la ceremonia de la entrega de medallas a las jugadoras». «En el momento en el que Hermoso llegó a la altura de Rubiales, ambos abrieron los brazos, abrazándose afectuosamente, diciéndole Hermoso a Rubiales: ‘La que hemos liado'», recoge el escrito, que subraya que éste contestó: «Este Mundial lo hemos ganado gracias a ti».
La defensa sostiene que «este momento tenía un especial significado para Hermoso al haber sufrido durante el partido de la final un profundo disgusto al fallar un penalti, deseando Rubiales manifestarle con esas palabras que era una jugadora de gran valía».
«En el momento de ese abrazo, Hermoso llegó a alzar del suelo a Rubiales, y cuando este volvió a tener los pies sobre la tarima, mientras seguían abrazados, se dieron mutuamente un beso en las mejillas, y cuando separaron sus cabezas, Rubiales puso sus manos sobre las mejillas de la Hermoso», añade.
«¿TE PUEDO DAR UN BESITO?»
Fue en ese momento cuando el entonces presidente de la RFEF habría lanzado la pregunta: «¿Te puedo dar un besito?». «Vale», habría contestado Hermoso, lo que según el escrito desencadenó en el incidente. «Hermoso, lejos de realizar algún gesto que revelara rechazo, incomodidad o contrariedad, cuando empezó a separarse de Rubiales, le dio dos palmadas en los costados izquierdo y derecho, alejándose de él sonriendo», aduce la defensa.
El escrito recoge las manifestaciones de Hermoso con posterioridad al incidente, en la que destacan que no mostró su disconformidad con el beso. También detalla que, tras ver el revuelo levantado en redes sociales a raíz del mismo, Rubiales se acercó a Hermoso en el avión de vuelta para pedirle «la posibilidad de que salieran juntos ante los medios de comunicación, con el fin de que ella reiterase» que el mismo fue consentido. La jugadora le comunicó «que no deseaba hacerlo, respetando Rubiales esa decisión», asegura la defensa.
«Rubiales no pidió ni ordenó en ningún momento», recoge el escrito, al entonces seleccionador nacional femenino Jorge Vilda, al entonces responsable de Marketing de la RFEF Rubén Rivera o al en aquel momento director deportivo de la institución «que hablaran o mediaran con Hermoso o con las personas de su entorno familiar y personal con el fin de que hiciera unas manifestaciones públicas junto a Rubiales manifestando que el beso había sido consentido».
De cara a la vista oral –para la que no hay fijada fecha todavía– la abogada de Rubiales pide que declaren como testigos exdirectivos de la RFEF, futbolistas como Alexia Putellas o Irene Paredes, la actual seleccionadora Montse Tomé o las dos hijas de Rubiales.
Y es que, explica, ambas estuvieron en «la final del Mundial Femenino de Fútbol en Sidney y viajaron de vuelta en el avión a España junto a las jugadoras, sus familiares y amigos y los miembros de la RFEF, pudiendo aportar elementos valorativos al Juzgado de lo Penal sobre lo que ocurrió en el vuelo de vuelta a España».
Su representación también solicita que se aporte, entre otras, la pericial de lectura de labios de las palabras que Rubiales pronunció antes de besar a Hermoso, y que fue realizada por dos expertos de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y provincia. (Europa Press)