Policía alemana desaloja a activistas propalestinos en universidad de Berlín
Los agentes han comenzado a retirar de una a una la veintena de tiendas de campaña instaladas en las inmediaciones a medida que un centenar de personas se manifestaba y hacía un llamado a la "resistencia" por parte de estudiantes de universidades de toda Alemania.
La Policía alemana ha desalojado este martes un campamento instalado por activistas y estudiantes propalestinos que habían ocupado uno de los patios del campus de la Universidad Libre de Berlín en señal de solidaridad con el pueblo palestino y contra la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza.
Los agentes han comenzado a retirar de una a una la veintena de tiendas de campaña instaladas en las inmediaciones a medida que un centenar de personas se manifestaba y hacía un llamado a la «resistencia» por parte de estudiantes de universidades de toda Alemania.
La protesta, que ha provocado la suspensión de las clases a lo largo de la jornada, ha servido también a los presentes para pedir la «ocupación» de otros campus universitarios para poner fin a la «ocupación colonial» de Israel.
Siguiendo esta línea, la universidad ha decidido suspender parcialmente todas sus actividades docentes y ha criticado la forma de protesta por considerar que «no está orientada al diálogo». «Una ocupación en el campus no es aceptable. Estamos abiertos al diálogo académico, pero no de esta manera», ha manifestado el rector, Guenter Ziegler.
Desde el centro acusan a los manifestantes de tratar de irrumpir en salas y aulas a lo largo de la mañana. Así, han acusado a los presentes de provocar daños materiales en sus instalaciones y han amenazado con presentar denuncias.
El viernes pasado, unos 150 activistas se manifestaron en la Universidad Humboldt de Berlín, en línea con las protestas que vienen registrándose desde hace más de una semana en ciudades de todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde miles de personas han sido detenidas por su implicación. Las fuerzas de seguridad han explicado que se han abierto investigaciones en al menos 37 casos por posibles delitos de incitación al odio y «resistencia» a los agentes del orden.