Murió Carmen Berenguer: la voz poética de la rebeldía chilena

Nacida en 1946, dejó un legado indiscutible a través de su obra, caracterizada por una voz crítica, feminista y comprometida con las causas sociales.

 

El mundo de la literatura y la poesía latinoamericana se vistió de luto al conocerse hoy la noticia del fallecimiento de Carmen Berenguer, una de las poetas y escritoras más influyentes de Chile.

Berenguer, nacida en 1946, dejó un legado indiscutible a través de su obra, caracterizada por una voz crítica, feminista y comprometida con las causas sociales.

Su deceso, a los 78 años, se produjo por una complicación de una enfermedad respiratoria que la tenía desde el lunes internada en un centro de salud.

Obra

Carmen Berenguer irrumpió en la escena literaria durante los años oscuros de la dictadura militar en Chile, utilizando su poesía como un medio de resistencia y denuncia.

Sus primeras publicaciones, entre las que destaca «Bobby Sands desfallece en el muro» (1983), fueron una respuesta directa a la represión y las injusticias de la época.

A través de sus versos, Berenguer abordó temas como la marginalidad, la violencia de género y la opresión política, convirtiéndose en una voz crucial para los movimientos feministas y de derechos humanos en Chile y América Latina.

La obra de Berenguer no solo se limita a la poesía. Fue una destacada cronista y ensayista, cuyas reflexiones abarcaron desde la crítica literaria hasta la sociología y la teoría política.

En textos como «Naciste pintada» (1999) y «Maravillas pulgares» (2002), Berenguer exploró la construcción de la identidad femenina y las luchas sociales, siempre con una perspectiva innovadora y desafiante.

Su estilo poético, a menudo descrito como rupturista y experimental, rompió con las convenciones literarias tradicionales, incorporando elementos del habla popular y la cultura urbana. Esta característica la hizo accesible a una amplia audiencia y le permitió conectar con diversas generaciones de lectores y escritoras que encontraron en su obra un espejo de sus propias luchas y aspiraciones.

La influencia de Carmen Berenguer trasciende el ámbito literario. Fue una figura activa en la vida cultural y política de Chile, participando en múltiples iniciativas para promover los derechos de las mujeres y la justicia social.

Su compromiso la llevó a ser una voz ineludible en los debates sobre la memoria histórica y la reconciliación en un país marcado por las heridas de la dictadura.

A lo largo de su carrera, Berenguer recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2008, que consolidó su posición como una de las grandes poetas de habla hispana. Su muerte representa una pérdida irreparable para la cultura chilena y latinoamericana, pero su legado perdurará a través de sus palabras, que seguirán inspirando a futuras generaciones.

El legado de Carmen Berenguer es un testimonio del poder transformador de la poesía. Su obra desafía y provoca, invita a la reflexión y a la acción. En un mundo que aún lucha por la equidad y la justicia, la voz de Berenguer resuena con fuerza, recordándonos la importancia de no callar ante las injusticias y de utilizar el arte como un medio para la resistencia y la esperanza.

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El Periodista